El gobierno de Javier Milei se encamina a cerrar el año fiscal con un resultado que para muchos parecía de llevarse a cabo, pero que a costa de recortar fondos a las provincias, a los salarios, a los jubilados, a la salud y a la educación, lo va consiguiendo, aunque la casta, y los sectores de mayor concentración de poder y riquezas no hayan sido afectados, sino hasta beneficiados posr las poloiticas económicas.
Hasta noviembre ya habría realizado un ajuste sobre las cuentas del Sector Público Nacional equivalente a al menos 3,7% del PBI, suponiendo que el superávit financiero acumulado del mes se haya mantenido en torno del medio punto.
A esta altura del año, ya sobre el cierre, el resultado final positivo está asegurado, y solo resta el número fino de diciembre, que recién se va a conocer a mediados de enero de 2025. Como el acumulado del superávit primario de los primeros 11 meses fue del 1,8% del PBI, para que el resultado bajara a cero tendría que haber dos meses con déficit equivalente, lo que claramente que no ha ocurrido.
De mantenerse el ritmo de ajuste actual, el año cerrará el próximo 31 de diciembre habiendo realizado un ajuste fiscal equivalente a 5 puntos del PBI, teniendo en cuenta que en diciembre de 2023 el acumulado había sido de un quebranto de 4,43% del PBI. Es decir, el gobierno logró revertir el rojo del año pasado y para ser más convincente con el mercado, le sumó al menos medio punto de superávit fiscal.