Por antecedentes, por la instancias, Brown y Mitre prometían un partido de al contenido futbolístico, pero paso muy poco de eso, se “pelearon” y “prestaron” la pelota, en lugar de jugarla con el mejor destino.
La primera parte fue donde más se observó esa predisposición por “pelear cada pelota”, pero después una vez capturada, terminar en un largo pelotazo, que obviamente, los marcadores, centrales o laterales, de frente, tenían resuelto el problema.
Solo en un par de ocasiones la pelota merodeó cerca de las vallas, dos cabezazos, uno para cada equipo, fue la contribución para las emociones que buscan los aficionados al fútbol.
A propósito de los aficionados, muy poca gente en el estadio de la Avenida Cabred. Algunos pocos de los verdirrojos, algunos de Bartolomé Mitre, quizas el horario influyó un poco.

La segunda parte fue un poco mejor, porque en los primeros minutos ambos ilusionaron. A los 5 minutos, un centro desde la izquierda, llega Emanuel Báez para conectar de cabeza y abrir el marcador. Brown 1 Mitre 0.
Mitre lo sintió y apretó bien arriba y solo cinco minutos más tarde, El árbitro Harold Lemos, sanciona un penal que Ulises Silveira cambia por gol. Brown 1 Mitre 1 y de ahí en más, todo igual que en el primero, peleando, pero ras recuperarla, no darle el destino seguro.
Empate justo en Villa Urquiza, no fue el mejor partido, pero sin lugar a dudas que ambos equipos tuvieron actitud, sabiendo la serie que se estaba jugando. La revancha en siete días, esta vez en el Barrio Rocamora.