04 de noviembre de 2024

El día después: ¿cómo seguirá la lucha universitaria?

Lejos de la resignación, desde las diversas casas de estudio de todo el país sostienen que la comunidad educativa entró «en un estado de movilidad permanente».

Tras el respaldo parlamentario al veto de Javier Milei a la ley de Financiamiento Universitario, autoridades de diversas casas de estudio salieron a manifestar su preocupación por la situación que atraviesa la educación superior argentina.

Uno de ellos fue el decano de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA, Pablo Evelson, quien hizo un balance de lo que dejó la jornada de este miércoles en el Congreso, tras la convalidación del ajuste del Gobierno de La Libertad Avanza. «En principio lo vivimos con tristeza, nos ha apenado a toda la comunidad educativa»,  expresó Evelson, en diálogo con la 750

Sin embargo, lejos de la resignación, recordó que ahora la mira está puesta en el debate por el Presupuesto 2025: «Hay que pensar en lo que viene y seguir peleando por los salarios docentes y no docentes, independientemente de los aumentos que ha otorgado el Gobierno de manera unilateral», alentó el decano de la Facultad de Farmacia y Bioquímica. 

Desde el oficialismo proponen apenas el 0,46% del total del PBI argentino para Educación, un número que deja a la Argentina muy por debajo de otros países de la región como Uruguay, Chile y Brasil. «Ni hablar de los países que este Gobierno pone como norte, como Estados Unidos e Israel», enfatizó el docente. 

La sensación en la comunidad educativa es de hartazgo. La campaña antiuniversitaria pregonada desde el oficialismo para intentar desprestigiar a las instituciones genera crispación en el sector. «De todo lo que compone el Estado, las universidades no son lo que funciona peor. Es una de las pocas cosas que probadamente funcionan, porque las universidades nacionales son respetadas, de calidad internacional. Entonces realmente es muy difícil ir todo el tiempo contra discursos falaces o alejados de la verdad», se lamentó Evelson con Gustavo Campana.

Sumado a esto, explicó, el daño que causa la desfinanciación es muy difícil de revertir. «Vamos a estar en un estado de movilidad permanente. Nos toca comunicar a la sociedad, a nuestra propia comunidad, para que todos seamos la voz de lo que pasa en la universidad», concluyó.

Fuente: Página 12