El Centro Regional INTA Misiones avanza en el desarrollo de nuevas variedades de mandioca adaptadas a los distintos suelos y sistemas productivos de la provincia. El objetivo es fortalecer la competitividad de la cadena agroalimentaria y ampliar la oferta genética, con líneas orientadas tanto al consumo fresco como a la industria del almidón.
Actualmente, el equipo técnico liderado por el genetista Martín Domínguez evalúa veinte cultivares: diez destinados al consumo directo y diez con perfil industrial. Las pruebas muestran resultados promisorios en rendimiento, calidad y adaptación territorial.
“Queremos ampliar la oferta genética de mandioca en Misiones, brindando opciones adaptadas a distintos suelos, sistemas y mercados. En definitiva, se trata de fortalecer una cadena productiva con enorme potencial para el desarrollo local”, señaló Domínguez.
Evaluación territorial y articulación técnica
Las pruebas se realizan en diversas zonas de la provincia, considerando microclimas y tipos de suelo. Las variedades para consumo se analizan mediante catas sensoriales que valoran sabor y textura, mientras que las industriales se estudian por su rendimiento en almidón y productividad por hectárea.
El proyecto incluye la reintroducción de materiales del banco de germoplasma de INTA Castelar y la incorporación de líneas de alto rendimiento provenientes del CIAT (Colombia), en el marco de una articulación internacional orientada a la innovación genética.
Proyección estratégica
La mandioca, cultivo emblemático en la matriz agroalimentaria misionera, se consolida como eje de desarrollo rural, agregado de valor y soberanía alimentaria. El enfoque integral del INTA —que combina genética, adaptación territorial e innovación agronómica— busca responder a las demandas del sector productivo y potenciar el arraigo local.




