30 de junio de 2025

Juan Manuel Irrazabal renunció a la conducción del partido Justicialista de Misiones.

El viernes se realizará la reunión del Consejo Provincial para aceptar formalmente la renuncia de Irrazabal. Luego se comunicará a la justicia electoral.

Juan Manuel «Juanchi» Irrazabal renunció hoy a la presidencia del Consejo Provincial del Partido Justicialista de Misiones. El ex titular había quedado muy mal parado internamente cuando intentó conformar, por motus propio, una lista de diputados nacionales y senadores sin los avales partidarios correspondientes. Ahora la vicepresidente primera Miryam Comparín asumirá de la titularidad, acompañada de Demetrio Gauto como vicepresidente y Alberto Arrúa como secretario

Esa jugada, que se le volvió como un boomerang, ya que condicionó y en algunos casos eyectó de sus puestos en organismos provinciales, a varios de sus seguidores, le valió criticas internas y externas, ya que en el Frente Renovador sintieron como una traición de un aliado confiable como el PJ misionero.

Por lo cual, la salida de «Juanchi», que ya era cuestionado por sus ausencias en la conducción, se convirtió en el remedio necesario para evitar males mayores en las relaciones políticas y desactivar las tensiones internas, ya que las voces que reclamaban su salida se multiplicaron en las últimas semanas.

El ex senador nacional habría tomado la decisión de alejarse de la conducción, según trascendió, porque era inminente la conformación de un tribunal de disciplina que iba a evaluar su conducta con respecto a la conformación de esa lista de legisladores nacionales, rápidamente abortada

El justicialismo misionero se encontraba trabajando en su reconstrucción, habida cuenta de los innumerables problemas que hubo para la renovación de autoridades, con impugnaciones, acusaciones cruzadas y una dilatación de los tiempos electorales

La actual conducción había realizado un trabajo territorial silencioso, tratando de recuperar muchos afiliados y la mística del partido, que se había perdido como consecuencia de las erráticas decisiones de las diferentes conducciones, que incluso habían expulsado a muchos militantes de la vida interna del peronismo misionero, y la actitud de Irrazabal generó un retroceso y un malestar en ese sentido.