18 de diciembre de 2025

Posadas consolida su modelo de ciudad de eventos y sostiene el turismo en un año adverso

En medio de un contexto económico complejo, la capital misionera fortaleció su perfil como sede de congresos y competencias deportivas, motor clave para la ocupación hotelera y el consumo local.

En un contexto nacional complejo, Posadas continúa afirmando un camino estratégico que le permitió sostener y potenciar su actividad turística: la consolidación como ciudad sede de eventos, congresos y encuentros deportivos. Un segmento que no solo dinamiza la economía local, sino que también fortalece su posicionamiento regional y nacional como destino anfitrión.

“El 2025 fue un año difícil para todos”, reconoce Gustavo Alvarenga, referente de la Asociación Misionera de Hoteles, Bares, Restaurantes y Afines (AMHBRA). Y agrega una clave que ordena la lectura del presente: “Hoy Posadas es otra ciudad distinta a la de hace algunos años. Se trabajó muchísimo para posicionarla como un gran centro de eventos, sobre todo deportivos”.

Ese trabajo sostenido, articulado entre el sector público y privado, se tradujo en resultados concretos.
Durante el último año, la capital misionera fue sede de competencias nacionales e internacionales: Olimpiadas de Abogados y Contadores, campeonatos de hockey, torneos panamericanos y sudamericanos de gimnasia rítmica, entre otros. “Lo que nos ayudó a sostenernos este año fueron justamente los eventos que eligieron Posadas. Trajeron muchísima gente”, subrayó Alvarenga.

Impacto económico y derrame territorial

El turismo de eventos se consolidó como uno de los principales motores de ocupación hotelera y consumo. A diferencia del turista individual, quienes participan de congresos y competencias llegan acompañados: familias, entrenadores, equipos completos. “Nunca vienen solos. Y la evaluación que hacen de la ciudad es muy positiva. Muchos imaginaban una Posadas más chica y se encuentran con una ciudad renovada”, explicó.

La costanera, la recuperación del vínculo con el Paraná y el crecimiento de la oferta gastronómica —en cantidad y calidad— son algunos de los factores más valorados. En eventos de gran escala, la ciudad alcanzó picos de ocupación plena, lo que obligó a activar alojamientos alternativos y derivar visitantes a localidades cercanas. El desafío pendiente: ordenar y formalizar los alquileres temporarios, un fenómeno que “llegó para quedarse”.

Más noches, más consumo y una ciudad base

El turismo corporativo sostiene estadías de dos a tres noches durante todo el año; el turismo de eventos extiende la permanencia a cuatro o seis días; y el turismo de ocio comienza a encontrar en la capital misionera un destino propio. “Hoy escuchamos a turistas preguntar dónde queda la playa o dónde alquilar una reposera. Eso antes era impensado”, señaló Alvarenga, en referencia a Costa Sur y a la apropiación creciente del espacio público.


Posadas funciona como base para recorrer San Ignacio, Santa Ana, Santa María e incluso Encarnación, fortaleciendo el pernocte local y el consumo regional.

Proyecciones 2026 y el desafío de sostener lo construido

De cara al 2026, las expectativas están puestas en consolidar lo logrado. “Hoy cualquier inversión grande es muy difícil. El esfuerzo está en mantener la calidad de lo que tenemos, con recursos propios y, cuando se puede, algún crédito”, explicó el titular de AMHBRA.

En ese marco, toma fuerza la conformación del Cluster de Turismo Posadas, una herramienta para profesionalizar la captación de eventos. “Es un modelo que funciona en otras provincias. La idea es trabajar entre privados, el Buró de Eventos y el municipio para mostrar Posadas y atraer encuentros”, señaló.

La experiencia de la pandemia dejó una enseñanza central: la necesidad de vender el destino de manera integrada. “Hoy no se puede trabajar aislados. Primero hay que vender la ciudad”, afirmó Alvarenga. El rumbo hacia adelante dependerá de sostener la articulación público-privada y de generar condiciones para que el sector privado pueda seguir invirtiendo.

Mientras tanto, Posadas reafirma su lugar en el mapa nacional como ciudad anfitriona: capaz de recibir, alojar y sorprender, transformando cada evento en una oportunidad de desarrollo para toda la región.