El 11 de febrero Argentina tendrá su primera santa. Es que el Papa Francisco canonizará a la beata María Antonia de Paz y Figueroa, conocida como Mama Antula en la Capilla principal de la Basílica de San Pedro.
En 2016 había sido beatificada en Santiago del Estero luego de que el Papa autorizara la publicación de un milagro por la sanación de una religiosa de las Hijas del Divino Salvador, quien habría recuperado la salud en 1904 por intercesión de la fundadora y madre espiritual de esta congregación.
Nacida en 1730 en la provincia donde la beatificaron, desde temprana edad marcó una tendencia distinta a lo que se le proponía a las mujeres de la época. Su decisión era servir y comenzó colaborando con los jesuitas.
En 1767, tras la expulsión de los jesuitas del Virreinato y de España —por decisión del rey Carlos III— comenzó a viajar de ciudad en ciudad por el nordeste argentino promoviendo ejercicios espirituales, como hacían los jesuitas.
El primer milagro atribuido a Mama Antula fue la curación de la hermana religiosa Vanina Rosa en 1905. En tanto que la recuperación de un hombre de un accidente cerebrovascular a comienzos del siglo XXI constituye su segundo milagro.
Murió en 1799. Sus restos se encuentran en la Iglesia de Nuestra Señora de la Merced de Buenos Aires.
Fuente: Perfil
