Tras los anuncios del gobierno nacional liderados por el presidente Javier Milei, la incertidumbre reina y las especulaciones abundan. Es que la propuesta de – según el gobierno la Fase 3 del programa de flexibilización cambiaria – consiste en que desde el lunes la cotización del dólar podrá fluctuar dentro de una banda móvil entre $1.000 y $1.400, cuyos límites se ampliarán el 1% mensual.
El anuncio llegó después de la confirmación del acuerdo con el FMI oficializado por la directora del ente, Kristalina Georgieva en redes sociales. Así con la concreción de un nuevo acuerdo de deuda con el Fondo Monetario Internacional por 20 mil millones de dólares, llegó para el gobierno un salvataje luego de meses de fuerte presión cambiaria donde el Banco Central perdió miles de millones de dólares para evitar la devaluación, en un contexto de reservas internacionales negativas y una inflación que en marzo se ubicó por arriba de los peores pronósticos, en el 3,7%,
Según lo que explicó Caputo, el acuerdo con el FMI contempla un desembolso inmediato –sería este martes– de 12 mil millones de dólares, otros 2 mil millones en junio y 1000 más en el resto del año. Un total de 15 mil millones de dólares en 2025. A eso se le sumarían 2500 millones adicionales de parte del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo y 2 mil millones por operaciones REPO del BCRA.
Caputo volvió a insistir con la idea de que «la deuda no sube, de hecho baja» porque se cancelan títulos que el Tesoro le colocó al BCRA con esta deuda con los organismos internacionales. Como si fuera lo mismo deber pesos que dólares, y tener como acreedor al Tesoro o al FMI.
Además, en el anuncio Caputo explicó el «fin del cepo», uno de los caballitos de batalla de la campaña de Milei que hasta el momento no había ocurrido y era algo que reclamaban sus votantes. Sin embargo, la circular del BCRA a los bancos no fue tan clara sobre este final del cepo.
Pocas horas después del anuncio salió a la luz una comunicación del Banco Central de la República Argentina (BCRA) a las entidades financieras que habla de un límite de “USD 100” para compras en efectivo.
Según el texto, “la operación se curse con débito en cuenta del cliente en entidades financieras locales o el uso de efectivo de moneda local por parte del cliente no supere el equivalente a USD 100 (dólares estadounidenses cien) en el mes calendario en el conjunto de las entidades y por el conjunto de los conceptos señalados”.
El impacto de las medidas sobre la inflación dependerán, en definitiva, de quién gane la pulseada: la confianza restablecida en el Gobierno por el aventón que le dan los fondos provenientes del FMI, o el temor a un salto cambiario en el marco del nuevo esquema cambiario más flexible.