Tras una semana de tensión, la pulseada entre Javier Milei y las provincias por el Presupuesto 2025 entra en tiempo de descuento. La intransigencia oficial para incluir los reclamos de los distritos agitó fantasmas del pasado y volvió a poner en la zona roja el vínculo entre ambas partes, luego de un periodo de relativa calma en ese frente. Ahora los gobernadores dialoguistas y los jefes de bloque gestionan una reunión con el oficialismo para acercar posiciones.
Planteado así el escenario, la irritación ya no es competencia exclusiva de los mandatarios de Unión por la Patria (UP), que encabezan la oposición más encarnizada al Gobierno, sino que también alcanza a sus pares de Juntos por el Cambio (JxC), del peronismo díscolo y de los provincialismos, que jugaron a favor de los libertarios en diversas ocasiones y no se sienten correspondidos por Milei.
Las negociaciones por la «ley de leyes» comenzaron con el pie izquierdo. En busca de generar un golpe de efecto, Milei llevó personalmente el proyecto ante el Congreso en septiembre pasado. Allí les reclamó a las provincias un ajuste de u$s60 mil millones, hecho que montó en cólera a los gobernadores. Un día después, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, junto al ministro Luis Caputo, encabezó un Zoom con los mandatarios para aplacar los ánimos y relativizar las palabras del titular del Ejecutivo.
Por estas horas, en la Casa Rosada afirman que solo convocarían a sesiones extraordinarias en caso de que previamente se alcance un acuerdo con los distritos para tratar el proyecto. Según pudo averiguar Ámbito, con Alfredo Cornejo (Mendoza) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos) a la cabeza, los mandatarios que conforman la liga JxC y los jefes de bloque de la UCR, Encuentro Federal y del PRO le pidieron al Gobierno una reunión para la semana próxima con el objetivo de acercar posiciones y sellar el debate en el recinto. El reloj juega su partido: el periodo de sesiones ordinarias finalizará el 30 de noviembre.
Entre las filas dialoguistas reina el escepticismo. «Es medio tarde y el Gobierno sigue duro. A hoy, no hay camino trazado más que dejar leudar a marzo», comentó un diputado a este medio. Consideró, a la par, que sería «una locura» prorrogar el Presupuesto vigente, que es el del 2023, pero remarcó que por estas horas «parece que es el camino que quiere el Gobierno». Esa posibilidad es un arma de doble filo: por un lado, le otorgaría discrecionalidad a Milei para el manejo de fondos, pero, por el otro, sería un mala señal para los mercados y el FMI. No obstante, en el universo libertario, las sorpresas están a la orden del día.
«Financieramente, al Gobierno le conviene reconducir el Presupuesto actual. Pueden hacer lo que quieran, básicamente, si reconducen. Pero sacrificás el gesto clave a los mercados en términos de equilibrio fiscal», evaluaron desde la órbita de un gobernador de buena sintonía con la Casa Rosada. Sin embargo, aclararon: «Reconducir los volvería muy K. Lo más coherente sería negociar un presupuesto con equilibrio fiscal».
Los reclamos de los gobernadores
El combo de reclamos que agitan las provincias es reiterado desde hace tiempo: incluir obra pública paralizada dentro del proyecto, mayor volumen en la Coparticipación Federal -por ejemplo, vía el Impuesto a los Combustibles-, distribución equitativa de los Aportes del Tesoro Nacional, cajas previsionales y deudas del Consenso Fiscal 2017, entre otros. En tanto, en ítems como el Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) y el Fondo Compensador del Interior, los mandatarios parecen haberse resignado.
El martes pasado, el oficialismo suspendió la reunión de la Comisión de Hacienda y Presupuesto de la Cámara de Diputados a cargo de José Luis Espert. La decisión se tomó luego de evaluar que no contaban con los respaldos para conseguir dictamen. Posteriormente, Espert comentó que evaluarían convocar a sesiones extraordinarias. El hecho generó bronca entre los gobernadores, pero también expectativa para continuar negociando.
Fuente: Ambito