Desde el inicio del gobierno de Javier Milei, la economía argentina experimenta un profundo reordenamiento de precios relativos. Aunque los ingresos medios muestran una recuperación parcial, el consumo sigue estancado. La razón: los bienes y servicios no evolucionaron de forma homogénea frente a la inflación.
Un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) advierte que, entre noviembre de 2023 y septiembre de 2025, algunos rubros esenciales se encarecieron muy por encima del promedio, mientras otros se abarataron en términos reales. Este desfasaje altera las decisiones de consumo y redistribuye el peso del gasto familiar.
Bienes esenciales: subas por encima de la inflación
- Vivienda, agua, electricidad y combustibles: +53,2%
- Es el rubro con mayor encarecimiento relativo. Incluye tarifas de servicios públicos y alquileres, que presionan el presupuesto de los hogares.
- Educación: +25% Aumentos sostenidos en cuotas escolares y universitarias, con fuerte impacto en sectores medios.
- Comunicaciones: +23,7% Subas en telefonía móvil, internet y cable, esenciales para la vida cotidiana y laboral.
- Bienes y servicios varios: +20,5% Incluye artículos de cuidado personal, servicios domésticos y otros gastos cotidianos.
- Transporte: +11,8% Aumento en combustibles, pasajes y mantenimiento vehicular.
- Restaurantes y hoteles: +8,7% Incremento moderado en servicios gastronómicos y turísticos.
- Salud: +5% Medicamentos, consultas y prepagas con subas contenidas, pero sostenidas.
- Carne vacuna (cuadril): +5,4% real El kilo pasó de $4.224,45 en noviembre de 2023 a $14.247,87 en septiembre de 2025, superando la inflación acumulada.
Rubros que se abarataron en términos reales
Prendas de vestir y calzado: -29,1% Es el rubro con mayor caída relativa. Se explica por sobrestock, caída del consumo y promociones.
Equipamiento y mantenimiento del hogar: -17,2% Incluye electrodomésticos, muebles y artículos de limpieza.
Alimentos y bebidas no alcohólicas: -7,6% Aunque siguen siendo caros en términos absolutos, perdieron peso relativo frente a otros gastos.
Recreación y cultura: -7,1% Menor dinamismo en actividades culturales y de esparcimiento.
Bebidas alcohólicas y tabaco: -4,4% Subas por debajo del promedio general.
Pan francés: -3,74% real El kilo pasó de $1.244,72 a $3.834, cuando ajustado por inflación debería costar $3.983,10.
Tendencia estructural
“El cambio de tendencia de la inflación a partir de mayo no modificó la evolución de los precios relativos”, señala el informe de IARAF. Los alimentos y la indumentaria continuaron su abaratamiento relativo, mientras que los servicios públicos, alquileres y comunicaciones se encarecieron de forma sostenida.
Este reordenamiento explica por qué, a pesar de cierta mejora en los ingresos, el consumo no logra recuperarse: los servicios esenciales absorben una porción creciente del ingreso disponible, desplazando el gasto en alimentos, indumentaria y bienes durables.