El encuentro de Javier Milei con la generala Laura Richardson, comandante jefa del Comando Sur de Estados Unidos fue fugaz e imprevisto pero con honores recibieron a la representante del país del norte en el marco de la entrega de la potestad de crear una base naval norteamericana y controlar la base espacial china que ya se encuentra en el sur del país.
En un acto a la 1h de la madrugada del viernes Milei dio un breve discurso donde expresó su agradecimiento «por la visita y el apoyo que el gobierno de EEUU ha demostrado a este nuevo gobierno».
Aprovechó Milei para marcar su distancia personal con China: «Más allá de los vaivenes políticos tanto aquí como allá, los argentinos como pueblo tenemos una afinidad natural con EEUU. Ambos pertenecemos a la tradición occidental«.
El jefe de Estado reafirmó que el encuentro en Tierra del Fuego busca «ratificar el desarrollo en la base naval integrada, un gran centro logístico que se constituirá el gran de desarrollo más cercano a la Antártida y convertirá a nuestro país en la puerta de entrada al continente blanco». Según dijo, la obra permitirá desarrollar la economía local, brindar apoyo logístico y con reparaciones a buques que operan en el Atlántico Sur y permitirá que navíos y rompehielos puedan acceder en Ushuaia a reparaciones antes de seguir con su travesía.
Del encuentro también participaron el embajador de EEUU en Argentina, Marc Stanley y el ministro de Defensa, Petri.




