Los haberes mínimos sin bono que los jubilados van a percibir en noviembre casi le habrán empatado a la inflación de un año transcurrida hasta este momento. Se estima que los 252.782,40 que van a cobrar por su liquidación de octubre están un 2% por debajo de lo que percibieron en el mismo mes del 2023.
Pero, si se comparan los salarios de bolsillo, que incluye el bono de $70.000, entre ambos períodos la caída será de entre 17,5%. El mes próximo van a recibir en mano $322.700. En noviembre del año pasado, con otra fórmula de actualización trimestral, el bono fue de $37.000, mientras que el haber mínimo era de $87.479 lo que da un total de $124.479.
La licuación de las jubilaciones mínimas, al incluir un componente discrecional por fuera de la fórmula de ajuste, es uno de los ingredientes más importantes del recorte fiscal que viene llevando a cabo el gobierno de Javier Milei.
Por un lado, desde la Casa Rosada se asegura que los haberes mínimos ajustan por el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del mes anterior, pero por otro, mantiene el bono fijo desde marzo.
El resultado es que de cada $100 de ajuste $25 lo aportaron aproximadamente los jubilados y dentro de ello los más perjudicados han sido los más pobres. Los beneficiarios que están en la escala superior no se han visto afectados del mismo modo porque al no percibir bono han cobrado todos los aumentos de manera plena.
La jubilación mínima sin bono subió hasta acá un 189% nominal. El bono, en tanto, avanzó 89%, mientras que el haber de bolsillo creció 159%. Todo contra una inflación que estaría en el 195% anual en octubre. En términos reales, el primero habría perdido 2%, el segundo 53,5% y la combinación de ambos un 17,5%.
Si se compara contra enero de este año, las mínimas sin bonos subieron 139% nominal, el bono, 27%, y la combinación de ambos 100%.
Desde marzo cada jubilado de la mínima pierde $61.000
El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) trazó algunas proyecciones sobre la incidencia fundamental del bono para la licuación de los ingresos de los jubilados y pensionados.
“Hoy se confirmó en el Boletín Oficial que el bono para jubilaciones mínimas se mantiene en $70.000, el mismo monto que persiste desde marzo”, señala el CEPA.
El informe plantea que “el haber mínimo garantizado será entonces de $322.799″. «Si el bono se hubiese actualizado del mismo modo que las jubilaciones, hubiese ascendido a $131.600 y la jubilación mínima alcanzaría $ 384.399”, señala. Es decir, que cada jubilado de la mínima tendría que haber percibido $61.600 para mantener el valor del bono equivalente.
El CEPA, que dirige el economista Hernán Letcher, realiza una comparación trimestral de haberes, porque el 2023 estaba vigente una fórmula de ajuste cada tres meses.
“A contramano del discurso oficial, en el trimestre septiembre-noviembre de 2024, la jubilación mínima con bono se ubicará 13,7% por debajo del mismo período de 2023. La comparación trimestral es un requisito indispensable dado que el año anterior la fórmula se actualizaba con esa dinámica”, dice el economista.
El estudio precisa, en tanto, que “la jubilación sin bono se ubicará en el trimestre equivalente 4,6% por debajo del período equivalente de 2023”.
La dinámica de ajuste sigue en 2025
El Presupuesto 2025 prevé que seguirá la misma licuadora sobre las jubilaciones el año entrante. El proyecto determina que se congelará el bono de $70.000. Si se siguiera la evolución de la inflación prevista en el proyecto del 18,3%, que resulta bastante optimista, el bono a fin de año debería ser de $167.446, lo que implica que le habrán licuado a cada beneficiario $97.446.
Fuente: Ambito