La dimisión de Werthein se formalizó este miércoles 22 de octubre, pese a que el presidente Javier Milei había anticipado que los cambios en el Gabinete llegarían recién después de los comicios del domingo 26. La decisión del excanciller se interpreta como una señal de ruptura con el esquema presidencial, especialmente tras sentirse desautorizado y sin respaldo público luego de la fallida reunión con Donald Trump en la Casa Blanca.
Durante su gestión, Werthein impulsó el alineamiento diplomático con Estados Unidos e Israel, en línea con las directrices de la Casa Rosada. Aunque mantuvo vínculos fluidos con Milei y Karina Milei, su relación con el entorno de Santiago Caputo fue tensa. La creciente influencia del asesor presidencial, que podría asumir un rol más protagónico tras las elecciones, habría sido uno de los factores que precipitaron la renuncia.
Werthein había asumido como canciller en noviembre de 2024, en reemplazo de Diana Mondino. Previamente, se desempeñó como embajador argentino en Washington. Su perfil combina trayectoria empresarial —en sectores como telecomunicaciones, medios, energía y salud— con una fuerte presencia en el ámbito deportivo: es presidente honorario del Comité Olímpico Argentino y miembro del Comité Olímpico Internacional.
En la primera gira oficial de Milei por Estados Unidos, Werthein fue clave en la organización de encuentros políticos, incluyendo reuniones con Bill Clinton y la visita a la tumba del rabino Menachem Mendel Schneerson, líder espiritual de Jabad Lubavitch. Tras ese viaje, había declarado que fue “un momento de mucha emoción”.
Por el momento, no se ha confirmado quién ocupará el cargo de canciller. La salida de Werthein se suma a una larga lista de funcionarios que dejaron el Gobierno en menos de un año, en un contexto de creciente fragmentación interna y reconfiguración del poder libertario.