Santa Fe tendrá elecciones municipales este domingo, en un escenario donde la pulseada por Rosario emerge como la gran batalla y la foto que hegemonizará las tapas del lunes. Allí se prevé un final cerrado entre el peronismo y La Libertad Avanza (LLA), que jugará con el respaldo oficial de los hermanos Javier y Karina Milei. En tanto, el oficialismo del gobernador Maximiliano Pullaro intentará revalidar su hegemonía territorial y apela a obtener victorias holgadas en el resto de la provincia para robustecer su despliegue de cara a las legislativas de octubre.
Tras las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) y la elección de los convencionales constituyentes que tuvieron lugar el 13 de abril, los santafesinos irán a las urnas para elegir autoridades en 365 localidades. 19 de ellas renovarán intendentes, 65 concejales y el resto, juntas comunales. 2.869.162 personas están habilitadas para votar y se dispondrán 8.392 mesas para nacionales y 90 para extranjeros.
En Formosa
Formosa irá a las urnas este domingo 29 de junio y más allá de la renovación parcial de la Cámara de Diputados, clave para la toma de decisiones de gestión de gobierno, las miradas estarán puestas en la conformación de la Convención Constituyente que deberá reformar la Carta Magna provincial, en la que el oficialismo estaría dispuesto a ceder el artículo que garantiza las reelecciones indefinidas del gobernador. El resultado de ambas elecciones mostrará si el «modelo formoseño» logró adaptarse al nuevo escenario en el que irrumpió La Libertad Avanza o si es un punto de inflexión en la gestión del peronista Gildo Insfrán, que es gobernador desde 1995.

Desde 2024, a meses del triunfo de La Libertad Avanza, que sentó en el Sillón de Rivadavia al presidente Javier Milei, hubo varios intentos en la oposición formoseña para conformar un solo espacio que pudiera enfrentar en las urnas al Partido Justicialista, que tiene una poderosa presencia en todo el territorio provincial, de la mano de intendentes y comisiones de fomento. Los diálogos para acordar un frente fracasaron, entre otras razones, por las crisis de la Unión Cívica Radical y el PRO, partidos que todavía están atravesados por debates internos que tienen como eje la cercanía con LLA. Mientras algunos dirigentes se han abrazado a la causa libertaria «para no perder competitividad», otros prefieren tomar distancia de una gestión nacional que se ha caracterizado por fuertes recortes en políticas en obras públicas, educación, salud y acción social, entre otras áreas.