El martes pasado quedó definida la convocatoria a sesiones extraordinarias y uno de los puntos centrales del temario será la reforma laboral. En la Casa Rosada señalan que el objetivo del oficialismo es que la senadora Patricia Bullrich presida la Comisión de Trabajo y Seguridad Social de la Cámara Alta, un movimiento clave para ordenar el debate.
Las sesiones extraordinarias, previstas entre el 10 y el 30 de diciembre, buscarán constituir las comisiones específicas para los proyectos que enviará el Ejecutivo. El oficialismo pretende avanzar con la arquitectura legislativa antes del cierre del año, en un calendario ajustado y con negociaciones abiertas.
Cuando comience el período ordinario, entre el 26 y el 28 de febrero, deberán elegirse las autoridades e integrantes de las comisiones permanentes del Senado. Ese tramo definirá el equilibrio interno y la capacidad de tracción del Gobierno en los debates de fondo.
Las extraordinarias arrancarán con los proyectos de Presupuesto y de Inocencia Fiscal. En el oficialismo admiten que, si no se logra cerrar en diciembre, el tratamiento podría continuar en enero de 2026. La prioridad es sostener el ritmo y evitar que el Congreso quede paralizado.
En la Casa Rosada confían en que esta vez el diálogo está más ordenado. Señalan que ahora están claros los interlocutores del Poder Ejecutivo y que eso permitirá encarar las negociaciones con mayor previsibilidad. El tablero legislativo, sin embargo, sigue abierto y cada movimiento será decisivo.




