20 de abril de 2025

El bloque radical en el Congreso define su futuro

El misionero Arjol protagonista de la disidencia dentro de la UCR.

arjol

El bloque de diputados de la Unión Cívica Radical (UCR) sufrió un nuevo cimbronazo cuando los diputados que habían apoyado el veto presidencial a la reforma jubilatoria volvieron a «abrirse». Es que en la definición por el veto a la ley de financiamiento universitario defendieron la posición del oficialismo pese a los pedidos de su bloque de no hacerlo.

El martes está prevista una reunión para definir el futuro de los díscolos que volvieron a alinearse con el gobierno de Milei en la discusión por el financiamiento universitario.

Así la bancada que conduce Rodrigo De Loredo vive horas decisivas.

La decisión de Mariano Campero, Martín Arjol, Luis Picat, José Tournier y Pablo Cervi de modificar sus posturas respecto de la votación de agosto, cuando la ley había recibido la media sanción, para contribuir con la defensa del veto presidencial a la ley reavivó la tensión en el espacio y, sobre todo, los pedidos para correrlos.

El sector que responde al eje Martín Lousteau-Emiliano Yacobitti, y la tropa de Facundo Manes, pretenden imprimirle una identidad opositora a la UCR y confrontar con el Gobierno redoblaron la presión para definir el futuro de los “díscolos” apenas finalizó la sesión del miércoles.

Esta vez, Julio Cobos y Mario Barletta avalaron la idea de discutir a puertas cerradas la situación de los conversos. Con ese trasfondo, De Loredo convocó a una reunión para el próximo martes.

Los cinco “radicales peluca”, como se los denomina en el seno del bloque, jugaron al límite y perdieron apoyos internos, pero no está claro que los promotores de la expulsión -Evolución Radical y el grupo de Manes- logren reunir la mayoría de votos para apartarlos.

Antes de la sesión del miércoles, De Loredo les había propuesto negociar un salvoconducto; les sugirió que se abstuvieran o se ausentaran en el momento de la votación. Sin embargo, Campero, Picat, Arjol y Tournier desacataron la instrucción.

Algunos de ellos apelaron de que ya le habían dado la palabra al gobierno de que colaborarían con la defensa del veto de Milei. Arjol y Tournier pasaron de apoyar el proyecto en agosto a rechazar la insistencia para apuntalar la posición del oficialismo.

Campero y Picat, quienes se habían ausentado en la votación de agosto, también cerraron filas con la Casa Rosada y avalaron la impugnación del Presidente a la ley. En cambio, Cervi se inclinó por abstenerse. Hace dos meses había votado afirmativamente.

La maniobra había sido consensuada con Martín Menem, titular de la Cámara de Diputados, quien teje con sigilo para que los cinco radicales se sumen a las reuniones de coordinación legislativa a las que asisten los representantes de Pro y el MID, de Oscar Zago. Hasta el momento, los díscolos rechazan la invitación y aseguran que no serán “empleados” del oficialismo, aunque no ocultan sus coincidencias con la agenda de Milei y ya iniciaron conversaciones informales con los Menem sobre el armado electoral de 2025 en sus distritos.

Fuente: La Nación