17 de septiembre de 2025

Diputados vuelve a doblegar al Gobierno y los vetos de Javier Milei quedan a tiro del rechazo

Con votos más que sobrados, la oposición insistió con la Emergencia para el Garrahan y la Ley de Financiamiento Universitario.

La oposición se anotó un doble triunfo aplastante este miércoles en Diputados. Luego de un debate casi exprés, los bloques de la oposición, avalados por buena parte de los gobernadores que supieron ser «aliados» del Gobierno, ratificaron y giraron al Senado la Emergencia para el Garrahan y la Ley de Financiamiento Universitario. Ambas leyes habían sido vetadas por el presidente Javier Milei por «atentar» contra el equilibrio fiscal. Los libertarios intentaron frenar la votación, pero la propuesta cayó en saco roto. Ambas leyes recibieron un mayor caudal de votos que cuando se aprobaron, originalmente, a mediados de septiembre.

En cuanto al comportamiento de lo legisladores misioneros, hubo sorpresas, cambios de postura y presencia en el recinto. Los cuatro diputados renovadores, votaron por el rechazo al veto presidencial, al igual que Biancheti también se sumó a el voto mayoritario. Martín Arjol apoyó al gobierno en la emergencia para el Garrahan, pero sorprendió al acompañar a la mayoría en el Financiamiento Universitario. Florencia Klipauka no asistió a la sesión ya que no pudo tomar el vuelo hacia la ciudad de Buenos Aires por problemas técnicos en la aeronave

Luego de un debate de más de cuatro horas de debate, el oficialismo sufrió una derrota peor de lo esperada. Es que si bien cuando se puso en marcha la sesión había dudas en torno al futuro de las dos leyes, los números fueron contundentes. La Emergencia para el Garrahan reunió 181 a favor, 60 en contra y una abstención. A mediados de septiembre, cuando se aprobó, había sumado 159 votos a favor, 67 en contra y 4 abstenciones. Habían sido 27 los ausentes.

En tanto, la Ley de Financiamiento Universitario -cuyo futuro estaba más comprometido en el inicio de la sesión- reunió 174 a favor; 62 en contra y dos abstenciones. En septiembre esa ley había reunido159 apoyos, 75 rechazos y 5 abstenciones. Mientras que habían sido 19 los ausentes.

Quórum y votos sorpresivos

Con 132 presentes, la oposición logró poner en marcha la sesión para revertir los vetos de Milei. Tal cual se esperaba, el PRO y LLA, no dieron quorum. Apenas se puso en marcha la sesión, convocada por la oposición, el presidente de Encuentro Federal, Miguel Ángel Pichetto pidió la palabra para acelerar la votación para insistir con las dos leyes vetadas por el presidente Javier Milei.

La jugada, que había sido prevista de antemano por los impulsores de la sesión, fue clara: aprovechar que ya contaban con los votos suficientes para voltear los dos vetos de Milei. El jefe de la UCR, Rodrigo de Loredo, rechazó la propuesta del rionegrino. «La anulación de la palabra no la vamos a respetar», dijo el radical.

Fue por esto que el presidente de la Cámara, Martín Menem, pidió pasar a un cuarto intermedio y acercar posiciones. Finalmente, se acordó debatir los dos temas en conjunto, con tiempos acotados, para luego votarlos por separado. El acuerdo fue que hablaran únicamente los presidentes.

La dilación del debate era una preocupación para los opositores: temían que con el correr de las horas, perdieran los dos tercios que se requieren para insistir con las leyes y luego girarlas al Senado.

Las presencias de algunos diputados estaban condicionadas a algún llamado de su gobernador que, a su vez, podría recibir algún tipo de ofrecimiento por parte de la Casa Rosada, a fin de desbaratar la votación.

Asimismo, había diputados que temían «la kueiderización» de la sesión. Esto fue en alusión al exsenador, aliado del gobierno libertario, que fue detenido en Paraguay con US$ 200.000 sin declarar. En ese momento, la oposición acusó al entrerriano, Eduardo Kueider, de haber recibido esos dólares por parte del gobierno, para que acompañara la Ley Bases.

El grueso de los bloques dijeron presente en la sesión, salvo La Libertad Avanza y el PRO, que esperaron a que se pusiera en marcha la sesión para sentarse en sus bancas. La excepción, una vez más, fue el larretista Álvaro González. La sesión fue inaugurada por la vicepresidenta primera de la Cámara, Cecilia Moreau (UP). Es que empezó antes de lo esperado (apenas habían pasado 8 minutos de la hora de la convocatoria) y Martín Menem no se encontraba en el estrado.

Tampoco dijeron presente los dos diputados que responden al gobernador Alfredo Cornejo, quien selló un acuerdo electoral con Karina Milei en Mendoza. Se trata de Pamela Verasay y Lisandro Nieri. Lo mismo ocurrió con Gerardo Cipolini, chaqueño que responde al mandatario Leandro Zdero, también aliado de los libertarios en su distrito. Mismo comportamiento tuvo el entrerriano Francisco Morcchio, quien responde al gobernador Rogelio Frigerio, otro aliado del Ejecutivo de cara al 26 de octubre. En la sesión, el entrerriano se había abstenido y ausentado, por lo que su faltazo fue festejado por los opositores.

El dato llamativo fue que incluso los 8 diputados de Innovación Federal, que responden a los gobernadores de Río Negro, Salta y Misiones, se sentaron en sus bancas. Todos ellos se habían ausentado en la sesión en la que se habían aprobado ambas leyes. Por eso, estaban en la mira de los diputados que se encargaron de hacer el «poroteo» de la sesión.

La ruptura del PRO y la jugada de LLA

Si bien el bloque que conduce Cristian Ritondo se alineó para no dar quorum, salvo el larretista que siempre se diferencia, los amarillos se mostraron divididos a la hora de habilitar el debate de los temas. Por no contar con dictamen de comisión, el debate de ambos vetos debía contar con la habilitación de los dos tercios, que fueron reunidos.

La novedad fue que, en la votación, varios diputados del PRO levantaron la mano en esa instancia. Entre ellos, Héctor Baldassi, Germana Figueroa Casas, Sofía Brambilla (que ya había votado con la oposición), Silvia Lospennato, José Núñez, Ana Clara Romero (que responde al gobernador de Chubut, Ignacio Torres). ¿Lo llamativo? La bullrichista Belén Avico estuvo ausente en la sesión.

Al momento de la votación, además, Lospennato se despegó de los amarillos, y acompañó ambas leyes. En tanto, la exgobernadora María Eugenia Vidal acompañó la ley del Garrahan y se abstuvo en la de Universidades.

A su vez, Romero y Jorge «Avila» (Encuentro Federal) que también responde a Torres) acompañaron ambas iniciativas.

Al mismo tiempo, los 8 acompañaron la insistencia de las leyes. Al igual que los dos diputados del MID, bloque que preside el ahora exLLA, Oscar Zago. En la sesión anterior, también se habían ausentado. En esta oportunidad, al filo del inicio de la sesión, decidieron acompañar las leyes.

En la previa a la sesión, las fichas también estaban puestas en los 4 diputados del flamante bloque, Coherencia, que integran los exLLA, Marcela Pagano, Gerardo González, Carlos D’Alessandro y Lourdes Arrieta. Ellos también fueron de los que se sumaron a la insistencia de las leyes.

Los cornejistas dieron la sorpresa: al filo de la votación del financiamiento universitario se sentaron en sus bancas y acompañaron la Ley de Financiamiento Universitario. Aunque, no estuvieron para acompañar la ley del Garrahan.

A estos votos se le sumaron los de los impulsores de la sesión: Unión por la Patria, Encuentro Federal, Democracia para Siempre y la Coalición Cívica, así como también el FIT.

Antes de la puesta en marcha del debate por la ley de Financiamiento Universitario, el jefe de la bancada oficialista, Gabriel Bornoroni intentó -sin éxito- frenar la votación. De manera confusa, propuso que la comisión de Presupuesto, que preside José Luis Espert, se reúna el martes para avanzar en una alternativa. En concreto, el cordobés planteó que lo contemplado en el Presupuesto 2026 para las Universidades no rija a partir del año que viene, sino desde este.

La propuesta cayó en saco roto. La diputada Danya Tavela, de Democracia para Siempre, pidió la palabra para rechazarla y, de paso, dejó en claro que esta no resolvía «para atrás» los reclamos de las universidades, que giran en torno a un incremento en los salarios del personal docente y no docente. Así como también, establece mayores partidas presupuestarias para garantizar el funcionamiento de las universidades.

En otras palabras, la propuesta del cordobés apuntaba actualizar las partidas a partir de octubre mientras que el proyecto contempla lo perdido desde diciembre de 2023 a la fecha.

La declaración de emergencia para la salud pediátrica por un año exige fondos para «la asignación prioritaria e inmediata de recursos presupuestarios para bienes de uso y consumo», «la recomposición inmediata de los salarios del personal de salud» y la derogación de la resolución del 2109/25 con la que el Ministerio de Salud modificó el sistema de residencias. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), la inversión anualizada de esa erogación alcanzaría los $133.433 millones.

En tanto, la Ley de Financiamiento Universitario. Su redacción apunta a la reapertura de paritarias (paralizadas desde octubre del año pasado); fondos para gastos de funcionamiento, becas y desarrollo científico y la conformación de una caja de $10.000 millones, con actualización anual por IPC, para impulsar el ingreso a carreras estratégicas. Según la OPC, el impacto presupuestario del proyecto de ley para este año sería de $1.959.974 millones, equivalentes a 0,23% del PBI.

Fuente Ambito