En el marco de la llegada a Casa Rosada de un gobierno negacionista, organismos de derechos humanos, la CGT y las dos centrales de CTA, movimientos sociales, agrupaciones políticas y estudiantes se movilizaron hacia plazas de todo el país para conmemorar el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia. El epicentro estuvo en Plaza de Mayo. A 48 años del golpe de Estado, fue una de las marchas más multitudinarias de los 40 años transcurridos desde la restauración de la democracia.
Al inicio del discurso en la Plaza, Estela de Carlotto aclaró que el proyecto del Gobierno de modificar la Ley de Seguridad Interior -incluyendo tareas de policía para las Fuerzas Armadas- «es contraria a los derechos humanos de todos».
«Hoy es una jornada histórica, con movilizaciones masivas, y es una demostración de que el Pueblo está de pie frente a este gobierno neofascista. Necesitamos fortalecer la unidad y la organización para defender la democracia. Nuestros familiares, compañeros y compañeras luchaban por una sociedad más justa, igualitaria, solidaria y soberana. Por eso se los llevaron. Las mismas banderas tomamos los organismos de derechos humanos en pleno genocidio, cuando salimos a enfrentar a la dictadura más sangrienta. Y así lo hacemos hoy, porque el gobierno de Milei viene por todo: por nuestros derechos, por nuestra soberanía y por nuestra libertad», siguió Estela en su histórico discurso.
«Reafirmamos el compromiso con los derechos humanos que nos atraviesan cotidianamente: la alimentación, la salud, la educación, la vivienda, la cultura y el trabajo. Y también con las infancias y la juventud. Con la sociedad, el Estado y el medioambiente que les dejamos. Debemos fortalecer los valores fundamentales de los derechos humanos, de la solidaridad y la protección colectiva», afirmó Taty Almeida.
«Vamos a seguir cuidando la democracia en la Argentina y en toda la Patria Grande, siempre, porque cuando lo hacemos estamos homenajeando la memoria de quienes lucharon por una Patria libre, justa y solidaria; porque cuando lo hacemos reclamamos que se terminen las prácticas y discursos de odio y negacionismo», continuó.
Y cerró: «Queremos un pueblo feliz y para eso tiene que haber pan, paz, trabajo y libertad».
El premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, fue el segundo orador en el acto central de Plaza de Mayo. «Rechazamos el negacionismo y la apología del terrorismo de Estado», exclamó.
En ese mismo sentido, destacó que «¡SON 30.000! Son la afirmación de la identidad de un pueblo que lucha».»Y casi medio siglo después, seguimos preguntando: ¿DÓNDE ESTÁN? ¡ROMPAN LOS PACTOS DE SILENCIO!», agregó el nobel.
Asimismo, Pérez Esquivel reclamó «la continuidad de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia impulsadas por la Secretaría de Derechos Humanos y la preservación de los Sitios y Espacios de Memoria, lugares fundamentales para la educación, archivo, protección patrimonial y promoción de derechos en todo el país».
Hacia el final de su discurso, Adolfo Pérez Esquivel aseguró que «la deuda es con el pueblo y no con el FMI. Patria sí, colonia no», y pidió investigar el préstamo multimillonario tomado por Mauricio Macri durante su gestión.
«Ese dinero nunca llegó al pueblo. Volvemos a denunciar la fuga de capitales del país. La deuda es con el pueblo y no con el FMI. Patria sí, colonia no», destacó el nobel de la Paz».
Finalmente, también abordó la cuestión de Malvinas y señaló que «el desprecio de este gobierno sobre la soberanía es sistemático». «¡Las Malvinas son argentinas! Continuaremos reclamando el derecho del pueblo a su integración nacional, defendiendo nuestra soberanía frente a la ocupación británica y la base militar de la OTAN», concluyó.
Fuente: Página 12