En diálogo con una emisora de Puerto Iguazú, Closs sostuvo que, después de un proceso electoral, el eje central no pasa solo por los nombres sino por quién decide y con qué herramientas. “Cuando se pide el voto, el pueblo te asigna poder y te da la facultad de administrar. Y espera que ese poder se traduzca en gestión, en hechos concretos. Para eso hacen falta funcionarios con poder y presupuesto”, remarcó.
En ese sentido, explicó que el actual gobierno nacional recibió ese mandato popular y propone devolverlo a través de un modelo centrado en el orden macroeconómico, sin déficit, sin deuda y sin inflación. “La gente cree que este es el camino y siente que le está haciendo bien. Ese modelo fue ratificado en las urnas”, señaló, aunque aclaró que no comparte la idea de un Estado tan ausente, especialmente para encarar grandes obras de infraestructura y políticas de largo plazo.
Consultado sobre si sus declaraciones implican la construcción de un nuevo espacio político, Closs fue tajante: “No estoy planificando absolutamente nada. Habiendo ocupado tantos cargos, si algún día hago política tiene que ser con dedicación total. Hoy no es el caso”.
Desde su rol de empresario, el exmandatario también se refirió a la realidad de Puerto Iguazú, donde continúa invirtiendo. Reconoció que muchas decisiones de inversión se tomaron en otro contexto económico y que ese es uno de los grandes riesgos de invertir en Argentina. Sin embargo, afirmó que Iguazú “ya tiene vida propia”, especialmente en el sector turístico y comercial fronterizo. “Si se sensibilizan los precios, el turismo elige Iguazú. Es un destino en sí mismo, con presente y futuro”, afirmó.
No obstante, advirtió sobre la necesidad de repensar la integración fronteriza, cuestionando el esquema aduanero actual y señalando que, a diferencia de Brasil y Paraguay, Argentina mantiene un sistema rígido que desalienta el movimiento turístico. “Pasaron gobiernos de todos los colores y la aduana sigue en el mismo lugar”, criticó.
En el plano económico y social, Closs fue claro al describir el clima de angustia que atraviesa gran parte de la población. “Vamos a tener que acostumbrarnos a niveles de rentabilidad muy bajos. Si se logra el punto de equilibrio y una calidad de vida aceptable, hasta ahí habrá que conformarse. Ese es el modelo”, afirmó.
A partir de ese diagnóstico, llamó a abrir un debate sincero sobre el modelo productivo de Misiones, teniendo en cuenta el crecimiento poblacional de la provincia. “Estamos llegando a un millón trescientos mil habitantes y pronto seremos un millón y medio. No podemos seguir sosteniendo la provincia con estructuras económicas de la década del 70”, advirtió.
El exgobernador cuestionó la dependencia de actividades tradicionales como la yerba, el tabaco, la forestoindustria, el té y el turismo, señalando que hoy ya no alcanzan para garantizar desarrollo y calidad de vida, especialmente en un contexto de Estado ausente. “Agregan poco valor, están concentradas y no hacen sustentable a la provincia en el largo plazo”, sostuvo.
Finalmente, Closs defendió su derecho a opinar desde la experiencia y llamó a no clausurar el debate público. “No tener aspiraciones políticas no significa no poder opinar. Las cosas importantes hay que pensarlas a mediano y largo plazo, sin marearse en el día a día y sin ofenderse porque alguien piense distinto”, concluyó
Fuente: Radio Iguazú
