La verdad duele, pero es la verdad, dicen las voces populares. En este caso aplicable al Gobierno Nacional que encabeza Javier Milei, un hombre que sólo pudo llegar a la primera magistratura por los errores y horrores del pasado, por la falta de memoria de un pueblo que ya vivió la mentira de los 90, -cuyo líder, Carlos Menem, es el numen del actual- y por el trabajo minucioso y desvastador de los grandes medios de comunicación que impusieron, si impusieron, la creencia de que con La Libertad Avanza, se terminaban los privilegios de la Casta y todos seríamos iguales y felices, no ahora, sino dentro de 40 años cuando Argentina volvería a ser potencia.
Claro, llegaba un «iluminado» al poder, con las fuerzas del cielo por un lado y con la asesoría de Conan. Ahora ese personaje, que ocupa la poltrona de Rivadavia ya no emana luz, sino desesperanza porque la cruda realidad, ya no deja titeres con cabeza, perdón si deja y son las cabezas de quienes siempre ostentaron el poder real en Argentina, la verdadera Casta, que según Milei, iba a combatir.
Basta con mirar su equipo de Gobierno. Más casta no se consigue. Funcionarios que fracasaron repetida y rotundamente- Caputo y su bono a 100 años, la deuda con el FMI que ahora van a solucionar los mismos que nos endeudaron-. Si no doliera tanto a la gente, parecería un chiste, pero de mal gusto.
Caida de las ventas cercana al 70 por ciento, por ende comienza la cadena de despidos. El comercio chico despide a algunos, el más grande aporta un número mayor y así sucesivamente. Para colmo Milei y su gente comienzan a despedir gente de los organismos públicos que huelen a pueblo y trabajen para los más humildes. Resentimiento puro de los que siempre tuvieron mucho, contra los que quieren tener algo.
Ya lo vivimos, y mucha gente que quería tener algo, votó a esta suerte de libertarios de pacotilla, con la ilusión que todos seríamos iguales. Pero, ahora somos todos iguales en las necesidades. Subió todo, servicios, transporte, alimentos, prepagas y el combustible -uno de los grandes motorizadores de la inflación-, pero lo que no subieron fueron los salarios, que si antes subían por la escalera, ahora permanecen en plata baja.
Y como para corroborar, que la gente no le interesa nada, y menos la cultura y la educación, estos desfachatados en el poder, recortan presupuesto universitario, suspenden la apertura de nuevas casas de altos estudios, eliminan el FONID, y la conectividad, ofrecen menos salario a los docentes porque niegan la paritaria, pero le dan un voucher a aquellos que no puedan pagar la cuota de los colegios privados de sus hijos. Es decir, para la educación pública No Hay Plata, pero pára la educación privada si. Es el reino de la sin razón, o la de razones turbias. En criollo para la clase media para abajo, nada, para arriba como siempre.
Algunos dirán, pero elegí un colegio privado porque es mejor, y saben porque es mejor, porque a la escuela pública siempre -o casi siempre con honrosas excepciones y nunca de estos gobiernos pseudo liberales- se le retacearon los fondos. Esta claro que cada uno puede elegir lo que mejor le parezca, pero con la suya, no copn la Nuestra, como dicen los fanáticos libertarios.
Ahora miles de comerciantes, de las PyMes, los cuentapropistas, los que hacen changas, los vendedores ambulantes, ya no saben de que disfrazarse para llevar el pan a la casa. Encima, todo lo que hagan lo tendrán que hacer caminando, porque subirse a un colectivo para gestionar algo, es como profundizar la agonía.
Lo intentó Macri del 2015 a 2019, un país para 20 millones de argentinos, se lo impedimos. Ahora Milei, junto al rey de las hamacas, lo intentará de nuevo. Nadie se salva sólo, así que argentinos, es hora de reaccionar.