Que un gobierno, de otro signo al que se va, pretenda hacer recortes, cortar ciertos contratos vinculados con la política, para poder meter a los suyos, ha sucedido desde que se hace política en todo el mun do, y especialmente en la Argentina.
Pero, que llegue al poder un partido sin historia, sin arraigo y sin presencia ni fuerza territorial y pretenda arrasar con todos los derechos obtenidos en largos años de lucha, -INADI-que saque a la calle a miles de empleados -y no ñoquis sino gente con más de una década de trabajo- cierre o achique organismos vinculados con las tareas de ciencia, tecnoclogía, familia, y que además su variable de ajuste sean los jubilados, la clase media, la educación -eliminación del FONID y Fondo compensador- los fondos destinados al transporte, el aumento inusitado de energía y gas, habla a las claras, de la perversidad y el resentimiento de un hombre que no está en sus cabales, que le dedica más tiempo al twiter que a su tarea de gobernar.
Suplanta el Salon de la Mujeres, el día internacional de la Mujer- por el Salón de los Proceres, y el primer cuadro que hace colocar es el de su mentor, Carlos Saúl Menem. El riojano lejos esta de alcanzar la altura de un procer, pero en la mente turbada de Milei, todo puede suceder. Ahora en ese plan de vender humo, quiere cambiarle el nombre al Salón de los Pueblos Originarios, por alguna ridiculez parecida. Y también que el Centro Cultural Kirchner, ya no se llamará así. Es cierto que a veces se denominan de esa manera en agradecimiento a quien lo impulsó o lo concretó, y algunos podran estar de acuerdo o no. Lo raro es que ningún hospital, centro cultural o facultad, lleve los nombres de algunos pseudo liberales contemporáneos. La razón es simple; nunca, pero nunca, les interesó el bienestar del pueblo, salvo los que comulguen con sus ideas y tengan poder, mediático o económico. El resto abstenerse
Ahora en su perversidad no tiene limítes y en su sinrazón tampoco. Quieren que le aprueben la ley Bases -que sería la extinción de la República, o de al menos 20 millones de argentinos- y para ello necesita los votos, que no tiene, de los diputados de las provincias. Primero los convoca para el Pacto de Mayo, que pretende que se haga como el quiere, y después les quita el FONID por decreto, el Fondo del Transporte y los aportes de la ANSES a las provincias, que en tiempos de su ídolo, Carlos Menem, decidieron seguir administrando las cajas previsionales provinciales.
La Corte Suprema de Justicia, donde la lentitud es su norma, y cuando eso sucede no hay justicia, ya recibió y recibirá muchos más reclamos de las provincias por la inconstitucionalidad de esos decretos y quitas.
Esto no da para más, o la dirigencia política se planta es decir no a esta medidas aberrante, que sólo tiende a cumplir con los patrones del FMI, al que nos volvió a llevar su socio Mauricio Macri y su ministro Caputo, hoy sentado en la misma poltrona, y los dueños del poder en la Argentina, o la gente saldrá a la calle a evitar estas tropelías de quien, cuando ya no encuentra a quien denigrar en nuestro territorio, busca hacerlos con los de afuera, dixit Petro y López Obrador.
Cuando hay alguien demuestra en tan poco tiempo que no esta en sus cabales, es riesgoso para el resto dejarlo conducir un país.
Por Carlos Alberto Lucero
