Este domingo 12 de noviembre tendrá lugar el último debate presidencial previo a las elecciones nacionales en Argentina. Desde las 21h se verán por última vez – para debatir – Sergio Massa y Javier Milei.
Pese a los cambios que implica el debate de a dos, el objetivo será el mismo: dar cuenta de las propuestas de cada uno de los candidatos en los seis ejes de discusión y en igual medida, ser lo suficientemente elocuente para que aquellos votantes que aún permanecen indecisos los elijan.
Sin embargo, desde la elección del 22 de octubre al debate como sucede en Argentina pasaron varias cosas y es difícil entender «quién va ganando las elecciones». Algunas encuestas cual boca de urna arrojan leve diferencia del candidato libertario sobre el oficialismo.
Massa en los últimos días consiguió el apoyo del sector de Schiaretti que obtuvo un 7% en las últimas elecciones presidenciales por lo que se espera derive algunos votos. Mientras que del lado de Milei, la alianza con el PRO aún no termina de definir si lo benefició o lo «embarró» porque su postura anti casta – y sobre la que giró la campaña – defraudó a numerosos jóvenes votantes que querían algo diferente.
A priori del lado oficialista, las propuestas no han variado versus lo dicho en los debates presidenciales previos. Por el lado de Milei, su candidata a vice presidenta Victoria Villaroel ha dejado entrever algunos de sus intereses de llegar al poder: que regrese el servicio militar obligatorio es uno de ellos y es de los que no apareció al principio de la campaña.
El factor importante a jugar por ambos candidatos será el de los «votantes en blanco»; aquellos que no se sienten representados por ninguna de las dos opciones. Será interesante ver si logran una migración del blanco a una opción o si los votantes se deciden por un voto «bronca» o «al menos peor». Mucho del resultado dependerá de este sector.
