30 de junio de 2024

¿De dónde viene? ¿Adónde va?

Una práctica antigua de control en ruta que poco sirve para prevenir delitos.

Jorge Balanda|30 de marzo de 2023

Es la tradicional pregunta que en cada puesto de una fuerza de seguridad se escucha y que en muchos casos provoca hasta fastidio. Y es lógico ese fastidio, porque en un viaje por el país, que puede durar dos o tres horas, pueden llegar a preguntarte dos, tres o hasta cuatro veces.

En un viaje en auto a Buenos Aires, es posible escuchar estas dos preguntas hasta en ocho o diez ocasiones, y seguramente, desde alguna gran computadora deben comunicarse, policías provinciales y federales, gendarmes, prefecturianos para ver si les mentimos acerca de nuestro destino.

En las redes sociales he visto innumerables reclamos a propósito de este accionar de las fuerzas de seguridad… lo que abre a la pregunta, ¿es legal?

¿Es legal?

Muchas veces la frase que se repite dicta que “es un residual de la dictadura, no es legal, la libre circulación está determinada en la misma carta magna”.

Es por ello que consultamos a un magistrado de la justicia Federal y nos aclaró – off the record- que “las fuerzas tienen respaldo para su accionar que determina el código penal y en lo personal se mostró muy de acuerdo con el sistema preventivo que hay en las rutas, “estamos sentados en una zona muy caliente” justificó.

Es cierto, vivimos en zona de frontera y los controles preventivos pueden prevenir delitos de los más variados, ahora, “de donde vengo y adónde voy” sin que el uniformado tenga herramientas para corroborar es un tanto inútil ya que incluso, como suele suceder, el “de dónde vengo y donde voy” tiene una respuesta falsa.

Por partida doble en los controles de la ruta

Ni hablar de los “dobles controles” acaso las policías provinciales y la gendarmería tienen bases de datos diferentes? Se preguntará porque, en muchas rutas locales  y nacionales, tenemos a las policías con sus controles y, a veces, a pocos metros están los hombres de verde. ¿Es necesario? ¿Y si se juntan?

Las empresas de colectivos

Y ni hablar de las empresas de ómnibus que en su recorrido, sobre todo hacia la Capital Federal, son requisados y demorados varias horas en la ruta con la gran mayoría de inocentes pasajeros que deben pagar la culpa de algún “bagallero”.

Para el caso de los ómnibus de servicios “directos” hace muchos años se planteó sellar los baúles en las salidas y recién requisarlos, si hiciera falta, en destino. Ahorraría tiempo y molestias a las empresas y fundamentalmente a los pasajeros. 

En síntesis, los controles son necesarios, pero es hora de agudizar el ingenio, quizás con mayor trabajo de inteligencia,  se  pueda atrapar a mas delincuentes y ya dejando de lado la poco creíble respuesta al “de dónde viene y adónde va”