Camino a las elecciones en Estados Unidos, el debate entre el expresidente Donald Trump y la vicepresidenta Kamala Harris en Filadelfia dejó varios puntos para el análisis. La noche del martes en Filadelfia fue el primer cruce entre ambos candidatos, lo que marcó un punto crucial en la carrera hacia la Casa Blanca. Fue una contienda en la que los dos aspirantes mostraron sus posturas, con ataques y momentos clave que definieron gran parte de sus estrategias electorales.
Según las encuestas previas, la contienda seguía ajustada, y este enfrentamiento no hizo más que intensificar la tensión en la recta final, sin embargo el intercambio dejó bien parada a la candidata del Partido Demócrata, quien más allá de engancharse con su rival en una guerra de insultos, pudo desglosar varias de sus propuestas importantes.
Por su parte, el ex presidente y candidato del Partido Republicano no ofreció algo nuevo o más elaborado en comparación con el debate que tuvo contra Joe Biden, sino que fue repelido de manera inteligente al grado de terminar envuelto en polémica por llamar «negra» a la actual vicepresidenta estadounidense.
Las estrategias de Kamala Harris y Donald Trump en el debate
Tal como se esperaba, Trump no tardó en responsabilizar a Harris por los errores de la actual administración. Durante el debate, el expresidente atacó temas como la inflación, la inmigración y el manejo de la pandemia, argumentando que Harris, en su rol como vicepresidenta, es «responsable de todo lo de esta administración».
Por su parte, Kamala Harris respondió con firmeza, destacando los logros de la administración de Joe Biden y señalando las fallas del gobierno de Trump.
Uno de los momentos más celebrados, fue cuando la candidata demócrata le recordó a su contendiente que había sido despedido por 81 millones de personas, en referencia a su derrota durante las elecciones del 2020. El comentario generó una mala reacción del republicano en el cruce.
Un debate más dinámico
El formato del debate fue crucial para mantener el orden. Con los micrófonos silenciados cuando no era el turno de hablar, tanto Trump como Harris tuvieron que adaptarse a un estilo más controlado, evitando las frecuentes interrupciones que habían marcado los debates anteriores.
A pesar de que el debate ha finalizado, su impacto en las próximas encuestas será objeto de análisis en los días venideros. Ambos candidatos lograron exponer sus principales propuestas y defender sus posturas, dejando al electorado con mucho que considerar mientras se acerca la votación.
Fuente: Ambito