La XLV cumbre de jefes de Estado del Mercosur cerró este viernes en Montevideo con muestras de satisfacción de los países miembros, Uruguay, Argentina, Brasil y Paraguay, por el acuerdo sellado con la Unión Europea (UE) para crear la mayor zona de libre comercio del mundo, pero con renovadas críticas a la poca flexibilidad que el bloque da a sus integrantes para lograr acuerdos comerciales.
El primer en tomar la palabra fue el presidente argentino, Javier Milei, que debutó en el foro regional tras su faltazo a la reunión de junio en Asunción. “El bloque común nos ha perjudicado, nos encerramos en nuestra propia pecera”, dijo tras criticar ampliamente la política arancelaria.
«El Mercosur terminó siendo una prisión que no permite que los países puedan aprovechar sus ventajas comparativas ni su potencial exportador» sentenció, acompañado por el titular de Economía, Luis Caputo.
«Me gustaría invitarlos, como hermanos que somos, a que abramos los ojos y seamos honestos intelectualmente; aceptemos que este modelo está agotado y busquemos una nueva fórmula que nos beneficia a todos, para que todos podamos comercializar más y mejor, porque es el comercio lo que genera prosperidad y lo que va a terminar con el gran flagelo latinoamericano, que es la pobreza abyecta, de nuestros pueblos», pidió Milei.
A su turno, el mandatario brasileño Lula da Silva, aseguró que “esta cumbre tiene un significado muy especial: marca la conclusión de las negociaciones del acuerdo Mercosur-UE, en el cual nuestros países han invertido un enorme capital político y diplomático por casi tres décadas”.
Destacó que el documento firmado “difiere bastante del que se anunció en 2019”. “Las condiciones que heredamos eran inaceptables, fue necesario incorporar al acuerdo temas de alta relevancia para el Mercosur”, explicó y apuntó a modo de ejemplo la preservación de las compras públicas, la extensión del calendario de apertura del mercado automotor para preservar la capacidad industrial y los mecanismos agregados para evitar la retirada unilateral de las concesiones alcanzadas.
“La realidad geopolítica y económica global nos muestra que la integración fortalece a nuestras sociedades, moderniza nuestras estructuras productivas y promueve nuestra inserción más competitiva en el mundo. Nuestra agenda externa está posicionando al Mercosur nuevamente en el comercio internacional”, insistió Lula.
El presidente del Paraguay, Santiago Peña, dijo ser un «optimista insatisfecho” respecto al acuerdo comercial con la UE. “La integración es un estilo de vida. Esto es un paso positivo, pero totalmente insatisfactorio en lo que nos da el Mercosur a todos los países”, reflexionó.
“Hoy se abre una oportunidad con la UE, la riqueza está acá, tenemos que entender este momento histórico y Paraguay se anota en la lista de los optimistas insatisfechos, optimistas porque queremos ver el vaso medio lleno e insatisfecho porque queremos más”, subrayó.
Fuente: Ambito