La acción policial, desarrollada el martes en varios barrios de la zona norte de Río de Janeiro, derivó en intensos enfrentamientos armados y en la posible fuga de integrantes del grupo hacia países vecinos.
Ante esta situación, el Comando Tripartito, que reúne a las fuerzas de seguridad de Paraguay, Argentina y Brasil, emitió una alerta preventiva ante el riesgo de que los fugitivos intenten cruzar las fronteras y refugiarse en territorio paraguayo.
Las autoridades paraguayas reforzaron los controles en toda la franja fronteriza del este del país, particularmente en los puntos de acceso de Ciudad del Este, Presidente Franco y Salto del Guairá. Se desplegaron efectivos de la Policía Nacional, Migraciones, la Armada y la Secretaría Nacional Antidrogas, con apoyo de unidades especializadas de inteligencia.
Las medidas incluyen controles migratorios más estrictos, patrullajes reforzados y monitoreo permanente de las rutas y pasos clandestinos, además de una comunicación constante con las fuerzas argentinas y brasileñas para intercambiar información en tiempo real.
Fuentes oficiales confirmaron que el operativo se enmarca dentro de un protocolo de cooperación internacional, diseñado para reaccionar de forma rápida ante movimientos de estructuras criminales que operan a nivel regional.
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