31 de octubre de 2025

Tasas en descenso, liquidez ajustada y señales mixtas en el mercado financiero

El Tesoro renovó solo el 57% de la deuda en pesos y el BCRA flexibilizó encajes, en un contexto de tasas aún altas, baja liquidez y señales de ajuste monetario más lento de lo previsto.

La última licitación de deuda en pesos y la reciente flexibilización de encajes por parte del Banco Central reflejan una tendencia hacia la baja de tasas y menor volatilidad financiera. Sin embargo, en el mercado advierten que los rendimientos siguen elevados y que la dinámica de normalización avanza más lento de lo esperado.


Este miércoles, el Tesoro logró renovar apenas el 57,18% de los vencimientos semanales, lo que implica una inyección de $4,5 billones en la plaza. La baja liquidez del sistema financiero condiciona el roll-over, mientras el equipo económico busca facilitar un recorte de tasas mediante mayor emisión de pesos.


La colocación se concentró en instrumentos a tasa fija (Lecaps y Boncaps), con rendimientos anuales entre 37% y 44%, por debajo del 50% pactado en la licitación anterior. Los títulos Dólar Linked quedaron desiertos, en un contexto de menor presión cambiaria.


En paralelo, el BCRA modificó el cálculo del efectivo mínimo: desde noviembre será mensual y no diario, con un piso de cumplimiento diario del 95%. Aunque no se alteró el porcentaje de encaje, la medida apunta a reducir la volatilidad sin afectar el nivel de exigencia. En el mercado, la lectura es que el cambio va en la dirección correcta, pero resulta insuficiente para acelerar la baja de tasas.


Las tasas de corto plazo muestran señales de convergencia: la caución cerró por debajo del 30%, aunque los préstamos personales y adelantos para empresas siguen por encima del 80% nominal anual, lejos de una inflación esperada en torno al 25%.


Los depósitos del Tesoro en el BCRA cayeron a su nivel más bajo desde abril, lo que podría limitar la capacidad de inyección de liquidez con recursos propios y aumentar la presión sobre la emisión monetaria. No obstante, analistas descartan riesgos inmediatos por la estacionalidad de demanda de pesos hacia fin de año.


En este escenario, especialistas coinciden en que las variables se alinean hacia una normalización, pero reclaman mayor velocidad en la ejecución para reactivar una economía que permanece enfriada desde febrero.