El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dará a conocer este martes 14 de enero el IPC de de diciembre, que volvería a ubicarse por debajo del 3%, para terminar 2024 en torno al 118%, casi 100 puntos porcentuales por debajo del registro de 2023 y del pronóstico augurado inicialmente para el periodo analizado, lapíz y dibujo mediante. Los analistas creen que así como se criticaba los porcentajes al INDEC en gobiernos anteriores, si se analizará en detalle y con números reales las variables que inciden en la inflación, el costo de vida no sería tan favorable a lo que indica el Gobierno.
Es que para sostener el «relato», el gobierno necesita no sólo mostrar estos números, que en el caso de las tarifas, combustibles y alimentos no se acercan a los dígitos que gusta publica la Nación, aunque sí en cuanto a las paritarias y a los aumentos de sueldos que se produjeron desde la asunción de Milei.
Es que la eliminación del déficit fiscal pregonado, sólo se logró cargándolos sobre las espaldas de los trabajadores. Despidos sin sentido, recortes en Salud, Educación, Seguridad, Obras públicas y trasnferencias a las provincias. Mientras la Nación obtiene todos los beficios provenientes de las Provincias, les niega o retacea todo tipo de transferencias para solucionar su déficit fiscal.
Obviamente las provincias se debaten entre la necesidad de sus habitantes y la obediencia debida ante esta tiranía encubierta. Ya que el que se atreva a desafiar los mandatos del presidente, deberá soportar no sólo una andanada de agravios de su parte, sino la de todo la cohorte de genuflexos laderos e influencers, que obviamente -Adorni dixit- son bien recompensados por sus denodados esfuerzos. Y por supuesto figurar último en el ranking de obras recibidas o ATN enviados.
Para que esta situación se extienda en el tiempo, debe tener, aunque se diga que no hay plata para pauta, un aceitado mecanismo con ,los principales medios de comunicación, que festejan cada «logro» de esta política, que tanto nos hace recordar al gobierno de Carlos Saúl, uno de los dilectos politicos del primer mandatario.