El Gobierno Nacional decidió prohibir la comercialización de productos de tabaco calentado y de sus dispositivos, lo que llevó a que una inversión de 300 millones de dólares en la construcción de una planta procesadora de tabaco, que ya estaba en marcha, fuera cancelada. La empresa, que planeaba ampliar una planta en Merlo, provincia de Buenos Aires, anunció que se retiraría del país debido a la prohibición del gobierno.
La medida ha sido criticada por los productores de tabaco y las empresas relacionadas con esta industria, quienes argumentan que la prohibición tendrá un impacto negativo en la economía del país y en la generación de empleo en las regiones productoras de tabaco. Según la empresa que canceló la inversión, se perdió también la posibilidad de realizar exportaciones por más de 100 millones de dólares anuales.
Además, algunos expertos en economía argumentan que la medida también puede tener un efecto negativo en la recaudación de impuestos del gobierno, ya que la industria del tabaco es una importante fuente de ingresos fiscales para el país. La prohibición de importación de tabaco puede reducir la cantidad de impuestos recaudados y, por lo tanto, afectar la capacidad del gobierno para financiar sus políticas y programas.
Por otro lado, los defensores de la salud pública argumentan que la prohibición es necesaria para proteger a la población de los efectos perjudiciales del tabaco y reducir los costos de salud relacionados con enfermedades asociadas al tabaco.
En cualquier caso, la prohibición de importación de tabaco es una decisión polémica que ha generado debate y controversia. Aunque puede tener efectos negativos en la economía del país y en la generación de empleo en las regiones productoras de tabaco, también puede contribuir a reducir el consumo de tabaco y proteger la salud de la población.
La resolución de Salud respecto de los cigarrillos electrónicos
El Ministerio de Salud de la Nación prohibió la importación, venta y publicidad de dispositivos electrónicos utilizados para inhalar vapores de tabaco. Entre sus argumentos esgrimen que contienen sustancias tóxicas como la nicotina, intentan reemplazar a los cigarrillos convencionales alegando que no combustionan y son atractivos para niños y adolescentes.
La noticia se conoció en la mañana del lunes 27 de marzo y entró en vigencia desde el día siguiente, según la Resolución 565/2023, publicada en el Boletín Oficial con la firma de la ministra Carla Vizzotti.
“Prohíbese la importación, distribución, comercialización, la publicidad y cualquier modalidad de promoción y patrocinio en todo el territorio argentino de los sistemas o dispositivos electrónicos destinados a inhalar vapores o aerosoles de tabaco, denominados habitualmente como “Productos de Tabaco Calentado”, extendiéndose dicha prohibición a todo tipo de accesorio destinado al funcionamiento de dichos sistemas o dispositivos, como asimismo a cartuchos y barras de tabaco para ser calentadas en dichos sistemas”, expresa la resolución en su párrafo central.
