El Gobierno nacional oficializó, mediante el Decreto 613/2025, el pago de un bono extraordinario de hasta $70.000 para jubilados, pensionados y beneficiarios de pensiones no contributivas que perciben haberes a través de ANSES. La medida, que se aplicará en septiembre, busca compensar la pérdida de poder adquisitivo de los adultos mayores frente a la inflación, según se detalla en los fundamentos del decreto firmado por Javier Milei, Guillermo Francos y Sandra Pettovello.
El bono será de $70.000 para quienes perciben el haber mínimo previsional garantizado, mientras que quienes superen ese monto recibirán un adicional proporcional hasta alcanzar el mínimo más el bono. En el caso de pensiones con varios copartícipes, se considerará un único titular. El adicional tendrá carácter no remunerativo, no será sujeto a descuentos ni computable para otros conceptos.
Con un ajuste del 1,90% por inflación, la jubilación mínima ascenderá a $320.277,18 en septiembre. Sumado el bono, el ingreso total para quienes perciben el haber mínimo será de $390.277,18.
La confirmación del bono se da en un contexto de tensión legislativa, luego de que el oficialismo lograra ratificar el veto presidencial al proyecto que proponía un aumento del 7,2% en todas las jubilaciones y un bono de $110.000. La oposición no alcanzó los dos tercios necesarios para insistir con la ley sancionada, y las abstenciones resultaron determinantes.
Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, el impacto fiscal de la medida se estima entre el 0,22% y el 0,42% del PBI. De haberse aprobado la ley vetada, el haber mínimo habría ascendido a $336.928, y con el bono propuesto, el ingreso total habría alcanzado los $446.928. La jubilación máxima, que hoy se ubica en $2.114.977, habría superado los $2.267.000.
La ANSES queda facultada para dictar las normas complementarias necesarias para la implementación, control y recupero de percepciones indebidas. La Jefatura de Gabinete deberá realizar las adecuaciones presupuestarias para garantizar el cumplimiento de la medida.