En la primera licitación de agosto, el Ministerio de Economía, bajo la conducción de Luis Caputo, logró renovar apenas el 61,07% de los vencimientos, adjudicando $9,147 billones frente a compromisos por $14,98 billones. El bajo nivel de rollover se dio en un contexto de tasas crecientes, con una TIREA del 70% anual en el tramo más corto, y en línea con las previsiones del mercado, que anticipaban dificultades para cubrir la totalidad del vencimiento.
En el segmento de LECAP, los montos adjudicados oscilaron entre $2,086 billones para el instrumento con vencimiento el 12 de septiembre (TIREA de 69,20%) y $0,519 billones para el 13 de febrero (TIREA de 54,32%). Los BONCAP, con vencimientos al 10 de noviembre y 16 de enero, se colocaron con tasas nominales anuales de 6% y 7,50%, respectivamente. No hubo demanda por instrumentos dollar-linked ni BONCER, y la licitación de la especie M13F6 quedó desierta.
La Secretaría de Finanzas intentó restringir el acceso a las LECAP más cortas para contener las tasas, pero la estrategia no logró revertir la presión alcista. Desde Puente destacaron que “el bajo nivel de rollover se dio aún aceptando el 91% de las posturas a tasas por encima del mercado”, y que la demanda por plazos medios fue similar a la de los cortos, en contraste con la escasa participación en instrumentos de muy corto plazo.
Matías Waitzel, socio de AT Inversiones, calificó el nivel de renovación como “bajo” y advirtió sobre “cierta volatilidad cambiaria a partir del excedente de pesos, aunque sin riesgos mayores”. Por su parte, Gabriel Caamaño, economista de Outlier, vinculó el comportamiento de las tasas cortas con “cambios recientes en la integración de encajes”, y señaló que parte de lo no renovado “obedeció a que directamente no se ofreció”.
El impacto de la modificación en la normativa de encajes bancarios fue central en el resultado. Según Pablo Repetto, analista de Aurum Valores, “el sistema financiero necesita recomponer entre cinco y seis billones de pesos tras el cambio”, que tomó por sorpresa a los bancos y generó un contexto de iliquidez y presión sobre las tasas.
Finalmente, el director del Banco Central, Federico Furiase, aclaró que no existe una “ventanilla de liquidez” para bancos, sino que se trata de operaciones regulares en las que la autoridad monetaria entrega pesos a tasa cero para cumplir con los encajes, en el marco de la política vigente.