10 de septiembre de 2025

Dólar en pausa: seis semanas de tasas altas antes del cruce electoral

El Gobierno busca contener el dólar y capitalizar tasas antes del test electoral.

La contundente victoria de Fuerza Patria en las elecciones legislativas de Buenos Aires —47,28% frente al 33,71% de La Libertad Avanza (LLA), con el 98,96% de las mesas escrutadas— reconfiguró el tablero político y desató una reacción inmediata en los mercados. El resultado, que el presidente Javier Milei había planteado como un referéndum entre “libertad o el caos”, expuso las vulnerabilidades del programa económico oficial y aceleró la tensión cambiaria.

Reacción del mercado: señales de fragilidad

  • Acciones, bonos y el peso sufrieron caídas pronunciadas.
  • El dólar mayorista tocó los $1.460 el lunes post-electoral, a solo $9 del techo de la banda de flotación, antes de cerrar en $1.409. El martes, sin intervención del BCRA, cerró en $1.416,50.
  • El dólar minorista subió 3,3% en un día, alcanzando los $1.425.
  • El dólar blue, en cambio, retrocedió y volvió a ser el más barato del mercado, por debajo de los $1.400.

Bandas cambiarias y estrategia oficial

Desde abril de 2025, el esquema de flotación controlada acordado con el FMI establece un piso de $960 y un techo de $1.470, con ajustes mensuales del 1%. El BCRA interviene solo si el mayorista supera el techo, vendiendo reservas para absorber pesos.

La intervención preelectoral del Tesoro —con escasa capacidad de fuego— fue una apuesta táctica que no logró blindar el tipo de cambio. Sin embargo, el mercado percibe que el BCRA aún cuenta con respaldo externo suficiente para sostener el techo hasta octubre.

Impasse táctico y ventana de oportunidad

El Gobierno dispone de un margen de seis semanas antes de las elecciones nacionales del 26 de octubre. En ese lapso, los inversores podrían capitalizar las tasas reales positivas mediante instrumentos en pesos. Pero el respiro es frágil: la semana previa al comicio podría concentrar demanda reprimida y forzar una nueva intervención oficial.

Escenario poselectoral: riesgo de recalibración

Si LLA repite la derrota en octubre, el programa de ajuste perdería legitimidad política y atractivo financiero. Las tasas actuales no son sostenibles para la economía real, y el BCRA podría pasar de vendedor a comprador de dólares para cumplir compromisos externos.

Con reservas netas limitadas y un riesgo país por encima de los 1.000 puntos básicos, el techo de la banda podría volverse insuficiente. El Gobierno se vería obligado a recalibrar el esquema o avanzar hacia una flotación más intervenida.


El resultado bonaerense no solo redefine el equilibrio de poder: tensiona el modelo económico y anticipa un octubre decisivo. El Gobierno debe administrar este impasse con precisión quirúrgica. Si lo capitaliza, podrá estabilizar el frente cambiario. Si no, el veranito financiero se convertirá en tormenta estructural. En Argentina, política y mercado no se observan: se entrelazan.