Los precios mayoristas anotaron un descenso de 0,3% en mayo, tras una fuerte baja en los importados (-4,1%), mientras que los nacionales no variaron, según el informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Se trata de la primera deflación mensual desde 2020, en plena pandemia, cuando la caída fue del 1,3%; aunque si se excluye este dato hay que retrotraerse a 2008, según precisó María Castiglioni de C&T Consultores en diálogo con Ámbito.
En el acumulado del año, el Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) se ubicó en el 7,4%, mientras que en el interanual se desaceleró al 22,4%, mínimo desde 2017.
Hacia dentro de los “Productos nacionales”, las divisiones con mayor incidencia negativa en el IPIM fueron “Productos refinados del petróleo” (-0,17%), “Productos agropecuarios” (-0,10%) y “Productos metálicos básicos” (-0,06%); mientras que las divisiones con mayor incidencia positiva fueron “Alimentos y bebidas” (0,20%) y “Sustancias y productos químicos» (0,09%).
El índice de precios básicos al por mayor también descendió un 0,3% arrastrado por la baja de los importados, en este caso un 4,2%. Los precios al productor, por su parte, cayeron 0,2% tras una baja de los nacionales (-0,2%).
Deflación de precios mayoristas
Sobre la deflación de este índice, Castiglioni subrayó que «si bien hubo una baja de 1,3% en abril 2020, en plena pandemia, no es muy válida la comparación. Sacando este dato, no hubo baja desde que arrancó el indicador actual (en enero de 2016). Hay que retrotraerse a diciembre de 2008 (-0,3% m/m) para una disminución similar«.
La deflación de los precios mayoristas responde a la «corrección» de los precios de importados, que en abril habían subido 6% tanto en los internos como en los básicos, mientras que en mayo cayeron 4%.
«Los importados venían desde que cambió el régimen de gobierno aumentando muy por debajo de la inflación, pero en abril habían tenido un aumento muy ligado a la especulación y a la incertidumbre. Este mes hubo una corrección casi instantánea, cayeron 4,1% y apenas acumulan un alza de 2,5% en el año», analizó la especialista.
En ese sentido, la economista Rocio Bisang, de EcoGo, subrayó que «el dato de los importados da cuenta de la normalización que se observa respecto a los productos de afuera, que lo que suma certidumbre a las operaciones y la relativa estabilidad del tipo de cambio, en un contexto donde la demanda todavía está algo resentida».
La variación mayorista se ubicó en torno al -0,3% mensual y 22,4% interanual, por debajo del aumento de la divisa oficial que escaló 2,2% promedio mensual y 29,7% interanual. «Esto es algo que pasó también el año pasado y es un cambio respecto del histórico, cuando se impuso no solo el cepo, sino del SIRA (Sistema de Importaciones de la República Argentina) y las trabas para importar donde veíamos que sistemáticamente todos los meses los mayoristas aumentaban un ritmo mayor que el tipo de cambio y eso tenía que ver con que se le iban cargando a los precios esa falta de pago y demora», añadió Castiglioni.
En esa línea, resaltó que «máquinas y aparatos eléctricos bajaron 2,9% y que en el año acumulan un 1,9% de aumento. Esto tiene que ver con la apertura de importaciones, la normalización de los pagos y también la baja de aranceles y cupos».
Sin embargo, para Bisang esta disminución «no significa que los próximos meses se sostenga la baja, ni que se traslade linealmente a la inflación minorista».
Desde LCG destacaron la incidencia de los servicios en el índice de precios y añadieron que «cuando los servicios aumentan sistemáticamente por arriba de los bienes, en algún momento los niveles de precios tienen que equipararse, y eso suele ocurrir con aumentos más altos en bienes que con deflación de servicios, por lo que esta dinámica augura un piso inercial».
En tanto, para Castiglioni el dato refleja «la baja de aranceles, algún tipo de decisiones de política económica y también el no cargar en los precios los costos financieros o de incertidumbre como había ocurrido previamente cuando empezó la mayor restricción de importaciones». «Esto también favorece al resto de la cadena productiva. Es un dato muy positivo que profundiza el dato de inflación al consumidor de mayo -1,5%- que también fue positivo», agregó.
Fuente: Ambito