El Gobierno nacional oficializó, mediante el Decreto 441/2025, una nueva suba en los impuestos a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono que comenzará a regir parcialmente durante julio y se aplicará en su totalidad a partir de agosto. La medida impactará en el precio final de nafta sin plomo, nafta virgen y gasoil, tanto para usuarios como para empresas del sector energético y de transporte.
Según detalla Infobae, entre el 1° y el 31 de julio se aplicarán aumentos parciales en los gravámenes: $6,62 para naftas, $5,35 para gasoil, además de ajustes específicos para el impuesto al dióxido de carbono. El incremento total, que incluye actualizaciones pendientes desde el cuarto trimestre de 2023, se aplicará desde el 1° de agosto.
La medida responde a una política de diferimiento impositivo que busca mitigar el impacto inmediato en los surtidores. Se mantiene el tratamiento diferencial para el gasoil en regiones como la Patagonia, parte del sur bonaerense y el sur mendocino.
En paralelo, YPF avanza con su estrategia de micropricing que ofrece un 5% de descuento en cargas realizadas durante la madrugada, utilizando inteligencia artificial para ajustar precios según demanda y horarios.