Ropa y calzados. Estos dos rubros recibirán una importante baja en los aranceles para la importación impactando directamente a la industria nacional. El ministro de Economía, Luis Caputo lo anunció hoy vía redes sociales.
«La Argentina sigue siendo el país con la indumentaria más cara en la región y en el mundo», justificó la medida el funcionario y siguió: “A partir de un Decreto que se publicará en los próximos días en el Boletín Oficial, serán reducidos los aranceles de ropa y calzado, que pasarán de 35% a 20%; de telas de 26% a 18%; y de los distintos hilados de 18% a 12, 14 y 16%”.
Lo llamativo del comentario del funcionario es que de acuerdo a sus dichos la búsqueda es controlar de alguna forma los precios del mercado local. «Con el objetivo de bajar los precios locales y aumentar la competencia, vamos a rebajar los impuestos a la importación de ropa, calzado y telas», expresó Caputo, a través de su cuenta de X.
Pese a la intención que no podría ser tildada de libertaria sino más bien de liberal, el impacto de estas medidas no tienden a rebajar precios localmente sino en la permanencia de los grupos empresarios con mayor solidez económica y la desaparición de empresas medianas y pequeñas que optan por despedir a sus empleados.