Llega puntual a la entrevista y con indumentaria deportiva porque recién terminó de entrenar por ese día. La joven deportista de 17 años, Paula Rivero, reconoce que de lunes a viernes su rutina consiste en ir al colegio, entrenar en el Cepard y luego, va al club: «así todos los días».
Hace algunos años que esa rutina es la suya. Se destaca su profesionalismo que incluso sabe sobrellevar el lado B del deporte; en los momentos en que grabamos la entrevista con De la Tribuna – día previo a su viaje a Comodoro por el torneo Nacional de Menores en el que obtuvo el primer puesto – sus compañeros de secundaria se preparaban para su viaje de egresados a Europa.
Decidida, con la mente en un objetivo y con un perfil de deportista profesional experimentada. Paula pareciera no sólo tener 9 años de carrera sino que por el contrario, parece haber nacido lista para su deporte, el squash.
Con la llegada del fin del secundario, Paula Rivero quiere todo: «entrenar y estudiar» y para eso está aplicando a distintas universidades en el exterior que le permitan lograrlo. «Pensé en Estados Unidos, pero podría ser en otra parte». Lo que no podría ser diferente, para ella, es el anhelo que tiene por continuar manteniendo su carrera deportiva y avanzar en los estudios de lo que pareciera ser hoy el objeto de su interés: la programación.
Por su edad puede participar de las categorías menores y mayores lo que le sumó más compromisos deportivos a su agenda: «se vienen los Panamericanos de Mayores a principios de junio en Cartagena donde voy a estar representando en el número 4 a Argentina».
La convocatoria a participar de la selección nacional llegó en 2022, donde actualmente es la integrante más joven y comparte grupo con un equipo que define como «muy unido»: «tenemos campus del ENARD una vez por mes en Buenos Aires y ahí compartimos, entrenamos». «Me siento muy orgullosa», responde a la pregunta de cómo se siente al representar al país la misionera que desde hace 9 años puso al deporte en el centro de su vida.