El nuevo entrenador de la primera de rugby de Capri, aunque en realidad viene trabajando desde diciembre último , Eduardo «Mole» Ramírez, se mostró oprtimista por el trabajo realizado con el plantel hasta el momento, y el compromiso y esfuerzo que tienen los jugadores para afrontar el desafío principal de este año, el Super 10 del Regional de Rugby Zona Campeonato, que comenzará en un mes. El apertura de la URUMI, servirá para ir perfilando el equipo, y este sábado desde las 18 recibirá a Lomas en el comienzo del certamen.
Para «Mole» la vara esta alta, «mi espejo es el rugby de Irlanda, quiero que el equipo juegue como ellos, ordenados en defensa y en ataque, a nuestro nivel. En ese rugby no podés estar más de cinco segundos en el piso, hay que caerse, levantarse y reposicionarse y seguir jugando. No podés pararte»
En cuanto a uno de los déficit más marcados, no sólo de Capri, sino del rugby misionero, el line Ramírez explicó «para esta temporada tenemos el regreso de «Pancho» Alvarez, volvió Lucas Tanuri, que estaba estudiando en Corrientes, vino un chico de Usuhaia, están los mellizos Horrisberger. Ahora vamos a tener variantes, pero tenemos que saber utilizarlos. Estamos trabajando en perfeccionar como levantarse, como saltar y por supuesto mejorar el lanzamiento. Arrancamos de cero y nos propusimos sacarle provecho».
«El line resulta fundamental saber utilizarlo, porque cuando te cobran un penal o una infracción buscas ganar yardas y vas al line. El año pasado tuvimos partidos muy buenos, pero faltando 20 minutos nos caiamos y nos daban vuelta el resultado. Así perdimos por 3 o 5 puntos. Y no es por un declive físico, sino porque mentalmente se producía un quiebre, y eso también lo estamos trabajando», afirmo el nuevo Head Coach de la entidad azurra.
Cambio de Mentalidad
«Cambiar la mentalidad del entrenamiento fue el primer objetivo que nos planteamos con quien me acompañó en el trabajo con los juveniles, Diego Da Luz, porque sino los chicos cuando subían a primera se frustraban mucho y terminaban alejándose del rugby porque no tenían oportunidades. Pero eso ocurría porque su manera de entrenar era muy tranquilo y no les permitía estar en igualdad de condiciones. Fue un trabajo de dos años, y ese cambio posibilitó que el año pasado terminamos jugando un torneo de primera con chicos de 18 y 19 años.
«Eso es lo que queríamos y a lo que apuntabamos, que los chicos lleguen preparados física y mentalmente, para competir con los del plantel superior. Pretendemos tener un equipo juvenil, a los que le sumaremos algunos con experiencia, para que compitan en la categoría intermedia. Con ese trabajo prtendemos exigirle a los de primera que no bajen los brazos, porque atrás vienen los chicos pidiendo pista». afirmó Ramírez
