la Selección Argentina de rugby escribió un nuevo hito en su rica historia al imponerse 28-24 sobre los British & Irish Lions en el Aviva Stadium de Dublín. Los dirigidos por Felipe Contepomi lo entregaron todo y después de un primer tiempo en el que sacaron diferencias en el juego, en la segunda etapa tuvieron una tarea defensiva acorde al desarrollo del partido sobreponiendose a pasajes con un jugador menos y con el try de Santiago Cordero, en el mejor momento de los anfitriones, se llevaron una victoria que marca la seriedad del proceso y la garra que caracteriza a Los Pumas.
El duelo arrancó con una postura ofensiva clara del conjunto argentino, que buscó el protagonismo desde el inicio y forzó un penal que Tomás Albornoz transformó en los primeros tres tantos. Aunque los locales contestaron rápidamente, primero con un try anulado y luego con un penal convertido por Fin Smith. La respuesta argentina, en tanto, llegó con una excelente jugada colectiva que finalizó Ignacio Mendy, tras una asistencia de Santiago Carreras.
El desarrollo fue tan parejo como intenso, y aunque los europeos lograron apoyar su primer try por intermedio de Bundee Aki, la puntería de Albornoz devolvió la ventaja a los visitantes. Un tackle clave de Rodrigo Isgró provocó otro penal a favor, que fue aprovechado para ampliar la diferencia antes de que, sobre el cierre del primer tiempo, una recuperación de Juan Martín González iniciara la acción del segundo try argentino, coronado por Albornoz para el 21-10 parcial.
En el complemento, los Lions salieron con fuerza y aprovecharon una infracción clave de Mayco Vivas que dejó a Los Pumas con un jugador menos. Esa superioridad numérica se tradujo en un try penal y una posterior anotación de Tadhg Beirne que les permitió pasar al frente (24-21).
Sin embargo, la respuesta argentina no se hizo esperar. Un penal acertado por Albornoz devolvió la ventaja, y luego una gran jugada colectiva culminó en un try de Santiago Cordero, tras una asistencia precisa de Matías Moroni con un kick milimétrico. Con la conversión, Argentina selló el 28-24 definitivo para una histórica victoria