En el marco del torneo Regional NEA o Súper 10, el equipo misionero del Club Capri viajó a Paraguay, o al menos es lo que intentó, ya que por estas horas se encuentran varados en la ciudad de Caapucú a 140km de Asunción.
La situación comenzó desde el momento en que el conjunto de rugby cruzó el puente y abordó el colectivo dispuesto por la Unión Paraguaya de rugby. Es que este sábado el plantel debe disputar el partido ante San José en Asunción y dentro de lo acordado con la Unión del país vecino, el traslado corría a cuenta de los anfitriones.
El colectivo, dispuesto por la Unión Paraguaya, no contaba con los elementos de seguridad básicos y además a las 3h de trayecto sufrió un desperfecto técnico que fue resuelto luego de algunas horas. Sin embargo, la solución completa no llegó: tras media hora de viaje, el ómnibus volvió a detenerse.

Sin respuestas de la Unión Paraguaya de Rugby
Según denunciaron varios miembros del plantel a través de sus redes sociales y otros que hablaron con De la Tribuna: «la Unión Paraguaya dice que se está resolviendo pero desde las 15h del viernes estamos en una plaza esperando el colectivo» para llegar a Asunción.
La respuesta de la entidad paraguaya se repite hasta el hartazgo ante la insistencia de los titulares del club CAPRI y de la misma URUMI pero las soluciones no llegan y estas desinteligencias afectan al desarrollo y profesionalización del deporte.