Con el nuevo presidente electo, la liga posadeña apenas resuelve uno de sus problemas, se vienen otros y quedan algunos de vieja data. Las “confesiones” a los gritos que se escucharon una y otra vez, en la noche del miércoles, no hacen más que poner sobre la mesa, temas, que por años permanecían bajo la alfombra.
El concepto que la Liga son los clubes, es una verdad que no se puede soslayar. Es por ello que se debe partir desde las instituciones para hacer un diagnóstico de la situación de la Liga Posadeña. De los casi treinta clubes que conforman, apenas un puñado esta con sus “papeles al día”, ante el organismo contralor que es la dirección de personas jurídicas de la provincia.
Los mismos dirigentes aseguran que “casi la mayoría”, tienen algo pendiente, hasta incluso algunos hace más de diez, si “10” años, no convocan a una asamblea para elegir autoridades y ni hablar de balances.
La gran mayoría de los clubes, salvo algunas muy pocas excepciones, no están pasando sus mejores años. La economía del país obviamente los golpea, hay escaso interés de la sociedad futbolera de participar o involucrarse en las conducciones lo que hace que, muchas veces casi obligados, son los mismos dirigentes que deben aceptar un mandato tras otro, con el lógico desgaste.
Masa societaria, casi sólo para completar las comisiones directivas, incluso “pidiendo por favor” para que algunos amigos presten sus nombres y así llenar los casilleros que obliga la legislación vigente. Obviamente que es necesario reconocer el esfuerzo de “esos pocos” que están en el día a día en las instituciones, a pesar de tantos problemas.
Y son “esos pocos dirigentes” los que no logran ponerse de acuerdo, ya no sólo en elegir a la conducción liguista, sino de enfrentar los problemas que se fueron quedando “debajo de la alfombra” y que alguna vez deben ver las luces de las soluciones.
Es curioso, y así pudimos escucharlos que los hoy “oficialistas” y “opositores”, tienen el mismo diagnostico e incluso hasta coinciden en posibles soluciones, aunque distanciados por nombres o métodos.
Quizás, en algunos días y con la cabeza más fría, -lo dudo en algunos casos- puedan volver a sentarse, porque esperar que “interventores” del sector que vengan, traigan soluciones es casi una utopía, estas cosas las arreglan aquellos que están en el día a día en sus clubes y tienen un gran compromiso con este hermoso deporte que es el fútbol.
Lo que sí es alentador, es que la pelota comenzará a moverse en el futbol posadeño, quizás la misma semana venidera. También, y no es menor, la actitud del nuevo presidente de admitir que hay una larga lista de problemas que deben enfrentar y buscar soluciones definitivas.
Por último, habrá que estar muy atentos, porque quiénes no pudieron votar por diferentes circunstancias manifestaron su decisión de pedir la impugnación de la asamblea, incluso la intervención de la casa del futbol capitalino.
