La Selección Argentina femenina de beach handball logró el mayor hito de su historia al conquistar la medalla dorada en los World Games disputados en Chengdu, China. El equipo nacional, conducido por Leticia Brunati, superó en la final a Alemania —últimas campeonas— por 2-1 en los shoot-out, y alcanzó por primera vez el título en esta competencia global.
La consagración representa el cierre de un proceso sostenido de evolución deportiva, con etapas clave de preparación en territorio nacional. Entre ellas, se destaca la concentración realizada en Oberá, Misiones, donde el plantel ajustó aspectos tácticos y físicos en condiciones climáticas similares a las del certamen asiático.
El camino hacia el oro incluyó una fase de grupos impecable, con triunfos en sets corridos ante Portugal, Croacia y China. En cuartos de final, Argentina venció a Vietnam (2-0), y en semifinales superó a España —último campeón europeo— en una definición ajustada por shoot-out. La final ante Alemania fue una reedición del duelo mundialista de 2024, esta vez con resultado favorable para las argentinas.
Las Kamikazes comenzaron en desventaja (14-20), pero reaccionaron con autoridad en el segundo set (22-12) y definieron con contundencia en la tanda decisiva (7-2). La arquera María Suárez fue clave en momentos críticos, y figuras como Zoe Turnes, Alma Molina y Gisella Bonomi aportaron experiencia y eficacia en cada instancia.
El plantel presentó cuatro incorporaciones respecto al último Mundial: Agostina Arcajo, Florencia Gallo, Giuliana Gamba y la arquera Suárez. La conducción técnica de Brunati consolidó una base competitiva y promovió la integración de nuevas referentes.
Con esta conquista, el beach handball femenino argentino completa su ciclo de medallas en los World Games: plata en Wroclaw 2017, bronce en Birmingham 2022 y oro en Chengdu 2025. El logro posiciona al equipo como referencia continental y mundial, y marca un punto de inflexión para la disciplina en el país.
