Una vez más, los violentos ganaron su “partido”. Las inmediaciones del estadio de Guaraní Antonio Franco y también en un sector de las tribunas se convirtieron en espacio para para disputar sus frustraciones.
Las mal llamadas “parcialidades” se cruzaron y al menos una persona resultó herida producto del lanzamiento de piedras, de uno y otro sector.
Sin dudas se trata de “inadaptados” y son algunos, unos pocos, porque la mayoría va a la cancha de disfrutar de un partido de fútbol.
Y a esos, aquellos que van a provocar disturbios son los que hay que alejar, y el mejor remedio es la prevención, algo que una hora y media antes del encuentro, NO ESTABA PREVISTA o al menos en la medida que ameritaba el espectáculo
El operativo policial, según los directivos del local, conformaban unos 40 efectivos, un número importante, atento a las “características” de ambas hinchadas.
Es evidente que o el número no alcanzó o bien, la estrategia fue la equivocada, la PREVENCION no funcionó y UNA VEZ MAS.
No son miles, son algunos cuantos, es imposible?. Es la pregunta que se hicieron cientos de espectadores que fueron a ver una final de fútbol y terminaron siendo testigos de una batalla campal.
PREVENCION, el remedio, será tan difícil?
La clausura del estadio
Anoche se conoció que la Municipalidad ordenó la clausura del estadio como consecuencia de los desmanes, quizás o mejor, hubiese sido PREVENIR de manera inteligente y eficaz. No se buscan culpables, sino responsables.
La policía cuenta con un grupo especializado en espectáculos deportivos, al menos oportunamente fue anunciado, estaba allí?
La clausura posterior no es el mejor remedio, porque quizás se está castigando solamente A LAS FRÍAS TRIBUNAS.