El “flaco” o simplemente “Tono”, fue uno de esos dirigentes que supo comprender el fútbol en aquellos años 80, donde el interior empezaba a ser protagonista en el ámbito nacional.
Llevó a Guaraní a los primeros planos, compitiendo con los grandes del futbol nacional, con recordadas jornadas, casi épicas, en el estadio de Villa Sarita.
Más allá de campañas y resultados, fueron los desafíos que se planteó desde la conducción de la institución.
Su actuación le valió el reconocimiento de la parcialidad, no sólo franjeada, sino de quiénes disfrutaron del futbol en esos tiempos.
Un buen tipo, que se calzó el traje de dirigente y se animó a cambiar para mejor y los resultados perduran.
De buena relación con los medios, era del “palo”, y comprendía a los que acompañamos desde nuestros medios las campañas regionales o nacionales.
El futbol, sin dudas, debe agradecer su trabajo
Villa Sarita y el pueblo franjeado llora a quién no hizo goles, pero responsable de muchas alegrías.
Foto: Diario el territorio
