Y fue así nomás, Martín, con sangre arbitral por sus venas, hijo del hoy instructor de la Liga Obereña, fue el encargado de impartir justicia en el encuentro entre Guaraní y Colonial de Cerro Azul.
Su tarea fue más que aceptable, mostrando conocimiento y firmeza en los fallos, no dudando que ante una agresión, la tarjeta roja debía salir de sus bolsillos. Así fue que expulsó a uno de cada equipo.
Martín nació el 25 de octubre del 2005, hijo de José Krombauer, también árbitro de la época de “Nito” Pitana y que hoy se desempeña como instructor en la liga de Oberá y de San Vicente.
Desde muy pibe, Martín mostró su inclinación por el arbitraje, desde los 17 años ya comenzó a, como bien dice, “disfrutar del fútbol” haciendo cumplir sus reglas.
Pasó por todas las divisiones, con los más chicos, las divisiones inferiores y tras iniciar el curso de “arbitro Federal” fue nominado para el regional amateur.
Es estudiante de Educación física en el Instituto Lineo de Oberá, siendo, sus estudios una prioridad, pero con intenciones de avanzar en el referato.
Es poco habitual que desde los medios hablemos de los árbitros, salvo cuando sus decisiones son equivocadas, en este caso, es importante destacar la incorporación de una nueva “camada” de jóvenes, con mayores “herramientas” al oficio tan difícil como el del árbitro.
Árbitros misioneros se capacitan para ser “nacionales”
Martín Krombauer, no concurre solo al curso de “árbitro Federal” –antes se decía arbitro nacional- forma parte de un grupo conformado por los hermanos Flores, Lemos, Weis, Shunke Swchartz y Suárez.
Una generación de jóvenes que apuestan a la capacitación para encontrar una oportunidad en el arbitraje argentino.




