25 de octubre de 2025

El hombre de apellido breve que se eternizó en la historia franjeada

Francisco “Pancho” Sá cumple 80 años. Dirigió a Guaraní marcando una época dorada.

Es el jugador más ganador de la Libertadores y pasó por River, Independiente y la selección argentina con la que disputó el Mundial 74.

Los chaqueños de Unión de General Pinedo habían consumado la hazaña de llegar al nacional 84. La fija, Boca Unidos, se quedaba en las puertas con un imprevisto 4 a 3 en contra, y ese, era el instante preciso.

En la adversidad de algunos estaba la oportunidad de otros. Humberto “Tono” Pérez lo sabía y estaba convencido.

El entrenador de los correntinos que no tendría tiempo para lamentarse por la derrota inesperada, era por designio el elegido para retomar la senda de las mieles inmediatas.

El protagonista de la historia era: Francisco Pedro Manuel “Pancho” Sá, el mismo que meses atrás había desestimado el llamado de Miguel “el Zurdo” López quien le ofrecía ser su ayudante de campo en la primera de Boca Juniors. 

La aceptación a la propuesta del joven presidente misionero coincidía con su desafío de hacerse camino en primera persona.

 La partitura perfecta

La final perdida ante Chaco For Ever en 1983 y la prematura despedida del torneo del interior de 1983/84 sentenciaron la primera etapa de Horacio Bongiovanni como director técnico del cuadro de Villa Sarita.

Tras la frustración, Pérez estaba convencido que el formoseño tenía “uñas de guitarrero” para instalar definitivamente a los rojiblancos en el pedestal del futbol argentino.

El jugador récord de la Libertadores y de apodo inconfundible, no tardó en darle forma a su versión futbolística en la que le impregnó a la genética franjeada los arabescos del rigor y la disciplina con los que consolidó su prolífera carrera.

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Amalgama*

Amparado en Eduardo Moulia y Darío Labaroni, devenidos en lugartenientes de las épicas batallas, tuvo la capacidad de potenciar las bases del club asentadas en las virtudes de Rubén César Noguera, Roque Briñocoli, Pablo Ortiz, José Villarreal y Rubén Darío Yegros, entre otros productos domésticos congeniándolos con la experiencia de sus elegidos como el ex Boca José Luis Tesare y Julio “Palito” Arce a quien rescató de su paso por el banco de Boca Unidos.  

En esa amalgama tuvo además la mirada precisa para captar talentos locales patentados, entre otros, en las figuras de Juan Carlos “Mono” Ferreyra y Antonio Vidal González en los inicios y de Leopoldo “Chumpi” Benítez y Ramón “Toti” Jaquet en el último tramo de su mandato.

 En números

Francisco Sá dirigió con éxito los regionales de 1984/85 y 1985-86, el nacional de 1985, la liguilla prelibertadores en 1986 y la mitad de la primera temporada en el nacional B hasta que le puso fin a su relación con la institución capitalina en diciembre de 1986. 

La cronología es irrelevante ante lo intenso de su paso por Villa Sarita en el que trazó en negrita eventos clave de la línea de tiempo cuyos elementos manifiestos fueron el doblete para zanjar heridas ante Chaco For Ever en las finales del regional de 1984/85, el triunfo ante el Independiente campeón del mundo por el nacional y el recordado 6 a 0 a Boca en un amistoso, ambos en 1985.  

 Recurso autóctono

Con su estilo continuó la impronta de Ernesto Cucchiaroni y Nelson Chabay quienes prestigiaron el recurso autóctono por encima de los de afuera, una práctica difícil de erradicar con modelos que aún se replican.

«No hay que achicarse, hay que ir pensando en la Libertadores» le dijo en la previa de la liguilla ante San Lorenzo a la comisión directiva que quedó atónita por la afirmación sostenida con el tono de los que no se encandilaban ante las luces de los que tenían más chapa y grandes figuras.

Pancho puso fin a su gestión cuando las huestes se estaban extinguiendo.

Con su salida, paradójicamente, se fue apagando la época dorada para abrir el umbral a de uno de los ciclos más exitosos de la historia de Guaraní Antonio Franco.

Cronica y Foto: Leo Furlán