07 de julio de 2024

El fútbol y los protagonistas que también juegan: los árbitros

En las últimas semanas tanto en la Liga Posadeña como en el provincial han sido “figuras”, un lugar que no deberían ocupar (Opinión)

Muchas veces e injustamente los hombres que imparten justicia dentro de un campo de juego son blanco de las propias frustraciones de los futbolistas, pero se reiteran los casos donde, a los actores del juego, es decir los jugadores, les asiste la razón.

Citamos dos ejemplos, uno de ellos en cancha de Brown, -el local vs Vicov- donde un árbitro que fue sumando equivocaciones a lo largo del encuentro, provoca que todo se vaya descarrilando. Una justa expulsión que provoca una airada protesta, ya no tanto por la acción, sino por las situaciones acumuladas.

El saldo, incidentes, intervención de la policía y hasta un jugador detenido. Claramente y de ninguna manera se pretende justificar la reacción y posterior agresión.

Este miércoles en cancha de Guaraní, un colegiado posadeño, evidentemente no tuvo su mejor tarde. Quizás, Ruiz – el árbitro en cuestión- quiso aplicar el clásico “siga siga”, creyendo que la pierna fuerte de los jugadores eran parte del juego y no se dio cuenta que ponía en riesgo la integridad de los actores.

No  se trata de acciones aisladas, fueron varias en las que el árbitro debió penalizar y aplicar alguna tarjeta, pero siguió con el “siga siga”. Ese criterio seguramente es válido, a la hora de agilizar el juego, pero cuando se corre el riesgo de una lesión, el reglamento es claro.

Fue evidente ayer en Villa Sarita que la prematura expulsión de Cazapava, jugador de Huracán, (acierto de Ruiz), desestabilizó al “globito” y abusó de las faltas con la complicidad del árbitro, que debió observar a tiempo y “desalentar” el nerviosismo dentro del campo de juego.

No solo se trata del juez del partido, algunas de las acciones se produjeron ante la vista de los asistentes, que al parecer, al menos fue así ayer, estaban para ver si la pelota sale del campo de juego.

Sin dudas, fue una mala tarde de la terna arbitral, no se duda de su honestidad, simplemente de su labor dentro de una cancha, que no se limita a hacer sonar el silbato, sino a comprender y actuar ante la acción y reacción de 22 jugadores que buscan la alegría de la victoria.

La foto: Miguel Méndez, jugador de GAF, muestra “la caminata” que sufrió en su espalda