Crucero del Norte vio escurrirse el partido en el minuto 52 de la segunda etapa, cuando Sarmiento de Resistencia, que jugaba con dos hombres menos, logró desnivelar el marcador tras un espectacular derechazo cruzado de Montenegro, que hizo estéril la volada de Mauricio Pegini y se llevó una increíble vitoria por 2 a 1.
Crucero jugó cerca de 75 minutos manejando las acciones, generando las mejores opciones con Valsangiácomo y «Pinti» Alvarez, haciendo circular la pelota, sin impacientarse y buscando abrir el juego por los laterales. El local entonado por las dos victorias consecutivas, se mostraba como un equipo sólido.
Por el contrario a la visita, que venía de perder dos partidos, el invicto y la punta, le costó acomodarse al juego, y tuvo la suerte que en ese inicio dubitativo el local lo concretara las oportunidades generadas. Cuando los visitantes comenzaron a discutir la posesión del balón el juego se hizo más parejo, aunque siempre el colectivero mostraba mayor agresividad, aunque no alcanzó a convertir y la etapa inicial se fue igualada en cero.
Un segundo tiempo vibrante
Si en el primer tiempo habían faltado emociones, en el segundo tiempo llegarían de todos los colores. A los minutos Valsangiácomo logró la apertura del marcador tras un rebote que descolocó a Di Fluvio, y el dueño de casa parecía encaminarse a una nueva victoria. Pero no golpeó en el momento justo y su rival comenzó a adelantarse e en el terreno de juego con cambios que buscaron discutir con mayor firmeza el dominio del medio campo, mientras que las variantes de Dechat no daban los resultados buscados. Por eso, no extrañó que a los 37, luego de una mala salida del colectivero Sarmiento consiguiera la igualdad por intermedio del ingresado Diego Nakache.
Crucero sintió el impacto y enseguida el equipo chaqueño tuvo una inmejorable ocasión para pasar al frente. Pero Sarmiento perdió dos jugadores, primero a los 40 Mariano Martínez por doble amarilla y dos minutos más tarde, Mansilla lo siguió en el camino a los vestuarios por una roja directa. Allí se le abrió una puerta al local para repensar la victoria. Tres minutos quedaban más los seis que adicionó el juez del partido. Pero, el equipo misionero, equivocó los caminos, centralizó el juego favoreciendo a la defensa contraria y cuando expiraba el partido, Montenegro sorprendió a propios y extraños para marcar un golazo de 25 metros, enmudeciendo a la concurrencia.
