Los primeros 45 minutos mostraron a un equipo antoniano con muchas limitaciones, producto del poco tiempo de trabajo y la falta de ritmo, lo mismo que se notó en el conjunto visitante.
Casi no hubo situaciones de gol en la primera etapa, y el encuentro por momentos fue muy previsible y aburrido.
En el complemento, el partido no tuvo cambios radicales, Juventud tuvo mayor posesión del balón pero le costó llegar con claridad al arquero de Crucero y sus ataques se desvanecieron con falicidad.
Los minutos pasaron y ni las variantes pudieron cambiar el rumbo de un empate que dejó varios interrogantes en el aire.
Fuente: el Tribuno Salta




