El rediseño de los torneos pondrá en el camino a Tigre de Santo Pipó para aspirar a la plaza que completará el cupo de 20 equipos que demandará el certamen local.
“La idea es afrontar la serie con el plantel del año pasado que en su mayoría son sub 17 y algunos sub 15 que forman parte del proyecto “Prohibido dejar de Jugar”, anticipó uno de los entrenadores, Jorge López.
Lo particular es que este escenario encuentra al Bicho posadeño en plena actividad ya que realizó la pretemporada los primeros días de enero y sumó rodaje futbolístico con una gira que se extendió por una semana en Córdoba donde los juveniles enfrentaron a sus pares de Belgrano, Talleres y Colón de Colonia Caroya.
Además, en la continuidad de la preparación un selectivo con varios jóvenes sub 15 que forman parte de la primera división enfrentarán está semana en Buenos Aires a sus pares de Vélez, Racing, Huracán y Lanús.
Casa propia
Por otra parte, en el aspecto institucional la sede propia va consolidando un aspecto uniforme.
En el predio emplazado en la costanera, en proximidades del Hospital Carrillo y del arroyo Mártires, ya se percibe la traza del campo de juego y mediante el aporte de la Liga Posadeña, se concretará en breve el cerramiento perimetral del mismo.
Además, con la colaboración de los padres y del sector privado se levantó un quincho y es inminente la construcción de los sanitarios y la colocación de postes y alambrados para delimitar las instalaciones.
“Según la proyección en unos tres meses estaría concluida la primera etapa de las obras por lo que está previsto que las categorías menores puedan jugar sus partidos en condición de local en casa propia”, concluyó López.
