Del 10 al 14 de mayo en la ciudad de Szeged en Hungría, Ariel Atamañuk, oriundo de Santo Pipó, competirá en la Copa del Mundo de canotaje y paracanotaje. No será la primera vez representando al país para el misionero y tampoco en la Copa del Mundo en la ciudad húngara pero no por eso, un desafío menos atractivo.
El destacado palista misionero en paracanotaje se encuentra en Hungría a la espera del inicio de la Copa del Mundo, certamen al que fue compañado únicamente por el entrenador nacional Alejandro Druziuk ya que “para participar de esta Copa del Mundo había una sola plaza para el evento y había obtenido el primer puesto en el selectivo de General Villegas en Buenos Aires”. Ambos llegaron unas semanas antes de la competencia para aclimatarse al clima que pese a que va en mejoría, sigue siendo un poco fresco.
Ariel Atamañuk competirá en dos embarcaciones: kayak KL2 y canoa VL3 y acompaña la preparación climática con horas de gimnasio y prueba de los botes para estar listo para la competencia cuyo fixture específico aún no está definido.

Según declaró a De la Tribuna, a la competencia internacional, además, el equipo lo toma como una auténtica preparación: “venimos a probar unos cambios que se hizo en cuanto a lo que es remada, técnica, adaptación nueva de bote. A nosotros nos sirve un montón para lo que va a ser el Mundial en agosto”.
Atamañuk planea aprovechar la instancia en el lejano país para adaptarse al nivel internacional de los otros competidores de cara al certamen mundial que será en Alemania y que contará con la particularidad de que “se van a jugar las seis plazas de los Juegos Paralímpicos de París”. El misionero econoce que “lo toma como una nivelación para encarar de la mejor manera el Mundial y estar lo más cerca posible de esos seis” para poder representar a Argentina.
El deseo, según expresó a este medio, es “repetir el ciclo olímpico y paralímpico” con la Selección y con eso en mente, se esfuerza día a día para llegar de la mejor forma al 10 de mayo.